
Guterres: "Hoy, el Tigris y el Éufrates se están secando"
La noticia de esta semana es que el río Éufrates (que comienza en Turquía y termina en Irak) se está secando literalmente. ¿Será esto lo que dice la profecía? Este río Éufrates, es objeto de una profecía en el libro del Apocalipsis, en su capítulo 16, versículos 12 al 16. En estos versículos se lee que el sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Éufrates, y sus aguas se secaron, para preparar el camino a los reyes del oriente. Luego, se menciona que los reyes de la tierra por instancias de los demonios se reunirán en el lugar llamado Armagedón para la gran batalla final.
La interpretación NO es literal, sino que el Éufrates simboliza a la nación y habitantes de Turquía, y su secamiento representa el fin del poder turco y árabe en la región. Es importante destacar que el secamiento del Éufrates no es literal y no tiene que ver con el cambio climático. En cambio, representa una caída o debilidad de Turquía y el surgimiento de nuevos poderes en la región.
Las exigencias de China a Estados Unidos para "que no se desate el conflicto"
Los reyes del oriente, por su parte, simbolizan a China, y la obra de los demonios es a los reyes de la tierra para llevarlos a interesarse en esta región. Por eso vemos que China, EEUU, Europa, Rusia y otros países que se van uniendo a la guerra entre Rusia y Ucrania que continuará expulsando a Turquía de Constantinopla y llevándola a dominar Jerusalén. La profecía también menciona la reunión a batalla de todos los gobiernos en Jerusalén, lo que podría indicar una posible tercera guerra mundial.
El papa pide que se respete Jerusalén por encima de cualquier bando
Ante este panorama, es importante recordar que esta guerra es castigo divino a aquellos que han abandonado su ley e imponen su propia agenda. Y que la única salvaguardia es vistiéndonos de la justicia de Cristo y siguiendo su ejemplo para enfrentar los retos que puedan surgir en el futuro. Solo los que están vestidos de la justicia de Jesús serán protegidos de ese castigo final.
¿Estás vestido de la justicia de Cristo?