Como cristianos tenemos la obligación de Amar a Dios sobre todo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Así lo enseñó Jesús:

Mat 22:36  Maestro, ¿cuál es el mandamiento grande en la ley?  Mat 22:37  Y Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de toda tu mente. Mat 22:38  Este es el primero y el grande mandamiento. Mat 22:39  Y el segundo es semejante á éste: Amarás á tu prójimo como á ti mismo. Mat 22:40  De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. 

Entonces de aquí se deduce lo siguiente:

  1. Dios nos ama y por eso desea que tengamos salud ( ver 3 Juan 1.2). Y la prueba de este punto está en que Jesús cuando vino, una de las primeras cosas que hizo fue restaurar la salud (sanar) de aquellos que padecían enfermedades. En eso se muestra la voluntad de Dios de que tengamos salud y se muestra que Dios hará todo lo que él pueda para sanarnos si nosotros cumplimos las condiciones.
  2. Si amamos a Dios cuidamos todo lo que es suyo. Nuestro cuerpo es templo de su espíritu y por eso debemos cuidar la salud de su templo. Ver 1 Cor 6.19 y 3.17.
  3. Es necesario tener la mejor salud que podamos puesto que es nuestro deber el amar a Dios con TODAS nuestras fuerzas (Ver Marcos 12.30). La enfermedad menoscaba nuestras fuerzas, por lo que alguien enfermo NO podrá cumplir este mandamiento.
  4. Por todo lo anterior (Dios nos ama y quiere nuestra salud y que si amamos a Dios procuraremos la salud del templo de Dios que es nuestro cuerpo), y sabiendo que también el mandamiento de Cristo es que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos, es obvio que amar al prójimo implica que debemos procurar la salud del prójimo. Por eso, al ministrar amor al prójimo implica ministrar salud al prójimo. Hemos de instruirlos para prevenir la enfermedad o sanarlos para restaurarles la salud.

Como conclusión entendemos que como cristianos una de nuestras prioridades es cuidar nuestra salud y la salud de nuestro prójimo. Y lo último implica que hemos de llevar un ministerio de curación.

El amar implica dar salud.

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