Semana de Oración: PROFUNDIZANDO EN LOS 144000
LUNES: Comienzo del Sellamiento.
MARTES: ¿Son literalmente 144000? ¿Solo hombres?
MIÉRCOLES: Los 144000 y la gran Multitud, ¿Mismo grupo? 👈 👈
JUEVES: ¿De dónde surgen los 144000?
VIERNES: ¿Los 144000 nunca murieron?
SÁBADO: La Batalla Final de los 144000.
LOS SELLADOS Y LA GRAN MULTITUD
Ap 7:4,9: «Y oí el número de los señalados: ciento cuarenta y cuatro mil señalados de todas las tribus de los hijos de Israel. … Después de estas cosas miré, y he aquí una gran compañía, la cual ninguno podía contar, de todas gentes y linajes y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y palmas en sus manos;»»
Se presentan dos grupos.
Una vez realizado el sellamiento, Juan contempla una innumerable multitud adorando a Dios con júbilo ante su trono. Esta vasta multitud son indudablemente los salvados de toda nación, tribu y lengua, resucitados de entre los muertos en la segunda venida de Cristo, mostrando que el sellamiento es la última obra realizada para el pueblo de Dios antes de la traslación. Uriah Smith, Daniel y Apocalipsis, p.418.
La gran multitud no se puede contar, los 144000 si. La gran multitud es de todas las tribus, los 144000 son de Israel.
PREGUNTA CLAVE
Ap 7:13-17: «Y respondió uno de los ancianos, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? Y yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han venido de grande tribulación, y han lavado sus ropas, y las han blanqueado en la sangre del Cordero. Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo: y el que está sentado en el trono tenderá su pabellón sobre ellos. No tendrán más hambre, ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni otro ningún calor. Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes vivas de aguas: y Dios limpiará toda lágrima de los ojos de ellos.»»
Juan no sabe quiénes son.
De la gran multitud si sabe quienes son.
Por tanto, esta pregunta no se refiere sino a los 144000.
Se pregunta de un grupo especial de esta vasta multitud.
Juan no sabe, pero el anciano si lo sabe.
GRAN TRIBULACIÓN
Ap 7:13-17: «… Y él me dijo: Estos son los que han venido de grande tribulación…»
Si bien es cierto, en cierta medida,
que todos los cristianos deben «entrar en el reino de Dios a través de
mucha tribulación», es cierto en un sentido muy enfático para los
144,000. Ellos pasan por el gran tiempo de angustia como nunca hubo
desde que ha existido una nación (Daniel 12:1). Experimentan la angustia
mental del tiempo de la angustia de Jacob (Jeremías 30:4-7). Están de
pie, sin mediador, durante las terribles escenas de las siete últimas
plagas, esas exhibiciones de la ira sin mezcla de Dios en la tierra
(Apocalipsis, capítulos 15 y 16). Pasan por el tiempo de angustia más
severo que el mundo haya conocido, pero son liberados de él.
TÚNICAS BLANCAS
Ap 7:13-17: «… Y él me dijo: Estos son los que han venido de grande tribulación, y han lavado sus ropas, y las han blanqueado en la sangre del Cordero. Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo: y el que está sentado en el trono tenderá su pabellón sobre ellos. No tendrán más hambre, ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni otro ningún calor. Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes vivas de aguas: y Dios limpiará toda lágrima de los ojos de ellos.»»
LAS PRIMICIAS
Ap 7:13-17: «… Y él me dijo: Estos son los que han venido de grande tribulación, y han lavado sus ropas, y las han blanqueado en la sangre del Cordero. Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo: y el que está sentado en el trono tenderá su pabellón sobre ellos. No tendrán más hambre, ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni otro ningún calor. Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes vivas de aguas: y Dios limpiará toda lágrima de los ojos de ellos.»»
NO TENDRÁN MÁS HAMBRE
Ap 7:13-17: «… Y él me dijo: Estos son los que han venido de grande tribulación, y han lavado sus ropas, y las han blanqueado en la sangre del Cordero. Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo: y el que está sentado en el trono tenderá su pabellón sobre ellos. No tendrán más hambre, ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni otro ningún calor. Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes vivas de aguas: y Dios limpiará toda lágrima de los ojos de ellos.»»
En el versículo 16 se dice: «No tendrán más hambre ni tampoco tendrán más sed». Esto muestra que una vez han sufrido hambre y sed. ¿A qué puede referirse esto? Como, sin lugar a duda, tiene referencia a alguna experiencia especial, ¿no se referirá a sus pruebas en el tiempo de angustia, más especialmente durante las últimas plagas? En este tiempo los justos se verán limitados a pan y agua; y aunque eso»será seguro» (Isaías 33:16),
EL CORDERO LOS GUIARÁ
Ap 7:13-17: «… Y él me dijo: Estos son los que han venido de grande tribulación, y han lavado sus ropas, y las han blanqueado en la sangre del Cordero. Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo: y el que está sentado en el trono tenderá su pabellón sobre ellos. No tendrán más hambre, ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni otro ningún calor. Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes vivas de aguas: y Dios limpiará toda lágrima de los ojos de ellos.»
Otro testimonio referente a este mismo grupo, y que se aplica al mismo tiempo, dice: «Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que él va» (Apocalipsis 14:4). Ambas expresiones señalan el estado de compañerismo íntimo y divino que el bendito Redentor les concede en referencia a sí mismo.
El salmista, en el siguiente precioso pasaje, parece aludir a la misma promesa: «Serán saciados abundantemente de la grosura de tu casa; y les harás beber del río de tus delicias.» (Salmos 36:8). La fraseología de esta promesa a los 144,000 también se encuentra parcialmente en la siguiente profecía gloriosa de la pluma de Isaías: «Él tragará la muerte en victoria; y el Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros; y la reprensión de su pueblo será quitada de toda la tierra; porque el Señor lo ha dicho.»
(Isaías 25:8).