Originalmente la vacuna era exclusivamente una porción de la enfermedad debilitada que se inyectaba sobre un individuo sano para estimular su sistema inmunitario a fabricar un anticuerpo y así quedar prevenido contra la enfermedad. En este sentido podemos ver que la vacuna no era una droga o medicamento, ni su efectividad se basaba en la forma de curación de la medicina tradicional. No. La vacuna era estimular al mismo cuerpo a que se preparara para la autocuración en caso de recibir dicho contagio. Esto coincidía perfectamente con el mensaje bíblico de la salud. Dios ha dicho que se interesa por nuestra salud (3 Juan 1.2) y cuando envió a su Hijo vemos que su principal labor fue la curar a los enfermos. Así que el evangelio está ligado con la sanación del cuerpo como la del alma y la mente. Pero vemos que la metodología de la salud de parte de Dios consta de prevención y curación de una forma específica. Se previene alimentando y fortaleciendo el cuerpo para que él mismo sea quien afronte la enfermedad. Por eso, es que vemos que Dios recomienda la dieta vegetariana, el descanso, etc; un estilo de vida lo más natural posible. Esto se ve claramente cuando Dios creó al hombre: le dio una dieta vegetariana, ejercicio al natural, descanso, etc.
Con esto entendemos que una vacuna (en su sentido original) tendría efectividad si tenemos un cuerpo fortalecido por respetar las leyes de salud correspondientes a nuestro cuerpo.
Sin embargo, la reciente vacuna contra la pandemia no es como el sistema original de vacunas. Esta pertenece a un nuevo tipo de vacunas: vacuna de ARNm, es decir, su objetivo es insertar en el cuerpo elementos que tiendan a crear una respuesta genética al virus. Hay temor de que los efectos secundarios sean del mismo tipo, es decir, que se susciten modificaciones en nuestro ADN.
Desde la perspectiva de un creyente en el Dios de la Biblia la salud para cualquier enfermedad se basa en la prevención (fortalecer nuestro cuerpo viviendo las leyes de la salud) y en la curación cuando hay necesidad por medio de remedios naturales. Todo evidentemente bajo la dirección de Dios por medio de la fe.
Por eso, sorprende que las modernas iglesias tengan mas fe en la ciencia y en sus drogas o vacunas experimentales que en lo que Dios el Creador ha dicho acerca de la salud y la curación. Por otro lado NO sorprende esa actitud cuando recordamos que proféticamente la mayoría de las iglesias están en la apostasía por haber rechazado la verdad presente y estar uniéndose de nuevo con la madre de las rameras. Recuerde que la madre de las rameras practica la medicina de la farmakeia (Apoc 18.23). El llamado permanece: salid de ella pueblo mío!
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