«SE PUEDE OBJETAR: SI EL PADRE Y EL HIJO SON DOS SERES DIFERENTES, EL ADORAR AL HIJO Y LLAMARLE DIOS, ¿NO ESTAMOS VIOLANDO EL PRIMER MANDAMIENTO DEL DECÁLOGO? NO. ES VOLUNTAD DEL PADRE QUE TODOS LOS HOMBRES HONREN AL HIJO, TAL COMO HONRAN AL PADRE. No podemos violar el mandamiento y deshonrar a Dios al desobedecerlo. El Padre dice al Hijo: Que todos los ángeles de Dios le adoren. Si los ángeles rehusasen adorar al Hijo, se rebelarían contra el Padre. Los hijos heredan el nombre de su Padre. Por herencia, el Hijo de Dios obtuvo un nombre más excelente que el de los ángeles. Ese nombre es el nombre de su Padre. El Padre le dice al Hijo: Tu trono, oh Dios, es por los siglos de los siglos. Heb.1:8. Al Hijo se le llama Dios poderoso, Isa. 9:6. Y cuando venga nuevamente a la tierra, su pueblo que lo espera exclamará: este es nuestro Dios, Isa 25:9. Es la voluntad del Padre que así honremos al Hijo. Al hacerlo rendimos honor supremo al Padre, pues él nos pide que honremos al Hijo. Pero aun cuando al Hijo se le llame Dios, hay un Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. 1 Pedro 1:3. Aunque el Padre le dice al Hijo: Tu trono, oh Dios, es por los siglos de los siglos, sin embargo este trono le es dado por el Padre, y porque amó la justicia y aborreció la iniquidad, además dice: Entonces Dios, aún tu Dios, te ha ungido. Heb. 1:9. Dios ha hecho de Jesús Señor y Cristo. Hechos 2:36. El Hijo es el Eterno Padre, no de si mismo, ni de su Padre, pero de sus hijos. Su lenguaje es: Yo y los hijos que Dios me ha dado. Heb. 2:13.» (R. F. Cottrell,Review and Herald, 1 junio ,1869)

1) A CRISTO SE LE ENCOMIENDA LA MÁS ALTA PRERROGATIVA, LA DE JUZGAR. HA DE RECIBIR EL MISMO HONOR QUE SE LE DEBE A DIOS, Y POR LA RAZÓN DE QUE ES DIOS. El discípulo amado da este testimonio: «En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios» (Juan 1:1). El versículo 14 aclara que el Verbo divino no es otro que Jesucristo: «Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros lleno de gracia y de verdad; y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre». Cristo y su Justicia: Como consideramos a Cristo pg 5. E.J. Waggoner

2) A CRISTO SE LE LLAMA DIOS EN MUCHOS LUGARES DE LA BIBLIA. Declara el Salmista: «EL DIOS DE DIOSES, EL ETERNO JEHOVÁ, habla, y convoca la tierra desde el nacimiento del sol hasta donde se pone. Desde Sión, dechado de hermosura, resplandece Dios. VENDRÁ NUESTRO DIOS, Y NO CALLARÁ. Fuego consumirá delante de él, y una poderosa tempestad lo rodeará. Convocará a los altos cielos, y la tierra, para juzgar a su pueblo. Juntadme a mis fieles, los que hicieron conmigo pacto con sacrificio. Y los cielos anunciarán su justicia, porque Dios mismo es el juez» (Sal. 50:1-6) Cristo y su Justicia: Es Cristo Dios? pg 6. E.J. Waggoner.

3) UNO DE LOS TÍTULOS LEGÍTIMOS DE CRISTO ES «DIOS PODEROSO». Mucho antes del primer advenimiento de Cristo, el profeta Isaías habló estas palabras para confortar a Israel: «Porque un Niño nos es nacido, Hijo nos es dado, y el gobierno estará sobre su hombro. Será llamado Maravilloso, Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz» (Isa. 9:6). Cristo y su Justicia: Es Cristo Dios? pg 6. E.J. Waggoner

4) EL PROPIO CRISTO ENSEÑÓ DE LA FORMA MÁS ENFÁTICA QUE ÉL ES DIOS. Cuando el joven rico le preguntó: «Maestro Bueno, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?» Jesús, antes de contestar a la pregunta, le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? No hay sino Uno solo bueno, esto es, Dios» (Mar. 10:17 y 18). ¿Qué quiso decir Jesús con estas palabras? ¿Quiso desmentir el epíteto que el joven rico le dedicó? ¿Pretendió insinuar que él no era realmente bueno? ¿Fue un mero despliegue de modestia? De ninguna manera, porque Cristo era absolutamente bueno. Cristo y su Justicia: Es Cristo Dios? pg 7. E.J. Waggoner

5) De ninguna manera podemos omitir en este contexto Isaías 40:25,26: «¿A qué, pues, me asemejaréis o me compararéis? pregunta el Santo. Levantad en alto vuestros ojos, y mirad. ¿Quién creó estas cosas? Aquel que saca su ejército de estrellas, llama a cada una por su nombre. Tan grande es su poder y su fuerza, que ninguna faltará». O, como lo presenta más enfáticamente la traducción Judía: «de Aquel que es grande en fuerza y fuerte en poder, nadie escapa». QUE CRISTO ES EL SANTO QUE LLAMA AL EJÉRCITO DE LOS CIELOS POR NOMBRE Y LO MANTIENE EN SU LUGAR, ES EVIDENTE POR OTRAS PORCIONES DEL MISMO CAPÍTULO. ÉL ES DE QUIEN FUE DICHO CON ANTERIORIDAD, «PREPARAD EN EL DESIERTO EL CAMINO AL ETERNO, ENDEREZAD CALZADA EN LA SOLEDAD A NUESTRO DIOS». Él es el que viene con brazo poderoso, .. Cristo y su Justicia: Cristo como creador? pg 10. E.J. Waggoner

6) Una palabra de precaución es aquí oportuna. NO IMAGINE NADIE QUE PODEMOS EXALTAR A CRISTO EN DETRIMENTO DEL PADRE, O QUE PODEMOS CON ELLO MENOSPRECIAR AL PADRE. Eso es imposible, puesto que uno sólo es el interés de ambos. Honramos al Padre al honrar al Hijo. Tenemos presentes las palabras de Pablo: «para nosotros hay un solo Dios, el Padre, de quien proceden todas las cosas, y para quien nosotros vivimos; y un Señor Jesucristo, por medio de quien son todas las cosas, y por medio de quien vivimos» (1 Cor. 8:6); tal como ya hemos dicho, fue por él como Dios hizo los mundos. …. Nuestro objetivo en este estudio es mostrar la posición precisa de igualdad con el Padre, para que su poder para redimir sea mejor apreciado. Cristo y su Justicia: Cristo como creador? pg 11. E.J. Waggoner

7) Si alguien vuelve a entregarse a la antigua cavilación de cómo es posible que Cristo sea inmortal y sin embargo muriese, solo tenemos que decirle que no sabemos. No pretendemos comprenderlo todo sobre lo infinito. NO PODEMOS ENTENDER CÓMO CRISTO PUDO SER DIOS EN EL PRINCIPIO, COMPARTIENDO LA MISMA GLORIA CON EL PADRE, ANTES DE QUE EL MUNDO FUERA, Y SIN EMBARGO NACER COMO UN BEBÉ EN BELÉN. El misterio de la crucifixión y la resurrección no es sino el misterio de la encarnación. No podemos entender cómo Cristo puede ser Dios, y sin embargo hacerse hombre por nuestro bien. Cristo y su Justicia, pg 13. E.J. Waggoner

8) POR LO TANTO, QUE NADIE QUE PRETENDA HONRAR A CRISTO LE DÉ MENOS HONOR DEL QUE DA AL PADRE, pues esto sería deshonrar al Padre en la precisa medida de esa deficiencia. Que todos, junto a los ángeles del cielo, adoren al Hijo, sin miedo de estar adorando y sirviendo a la criatura en lugar de al Creador. Cristo y su Justicia, pg 14. E.J. Waggoner

9) «Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros» (Juan 1:14). NO EXISTEN PALABRAS QUE PUEDAN MOSTRAR MÁS CLARAMENTE QUE CRISTO ES TANTO DIOS COMO HOMBRE. Originalmente sólo divino; tomó sobre sí la naturaleza humana, y pasó por entre los hombres como un mortal común, excepto en esos momentos en los que su divinidad fulguró,…

Cristo y su Justicia, pg 15. E.J. Waggoner

10) Pero alguien dirá: ‘No encuentro consuelo en eso. Dispongo ciertamente de un ejemplo, pero no puedo seguirlo, YA QUE CAREZCO DEL PODER QUE CRISTO TUVO. ÉL FUE DIOS AÚN MIENTRAS ESTABA AQUÍ EN LA TIERRA; YO NO SOY MÁS QUE UN HOMBRE’. –Sí, pero puedes tener el mismo poder que él tuvo, si así lo deseas. Él estuvo «rodeado de flaqueza», sin embargo «no hizo pecado» por el poder Divino habitando constantemente en él. Ahora escucha las inspiradas palabras del apóstol Pablo, y ve lo que es tu privilegio obtener: «Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda la familia de los cielos y de la tierra, que os dé, conforme a la riqueza de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu. Que habite Cristo por la fe en vuestro corazón, para que, arraigados y fundados en amor, podáis comprender bien con todos los santos, la anchura y la longitud, la profundidad y la altura del amor de Cristo, y conocer ese amor que supera a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios» (Efe. 3:14-19). Cristo y su Justicia, pg 15.

11) NO ES TAN SOLO A TÍTULO DE TEORÍA INTERESANTE, O DE SIMPLE DOGMA, QUE DEBIÉRAMOS CONSIDERAR A CRISTO COMO DIOS Y CREADOR. Toda doctrina de la Biblia es para nuestro beneficio práctico, y con ese propósito se la debiera estudiar. .Cristo y su Justicia, pg 19. E.J. Waggoner

12) LEAMOS AHORA ÉXODO 20:1 AL 3: «ENTONCES DIOS HABLÓ ESTAS PALABRAS: ‘YO SOY EL ETERNO TU DIOS, QUE TE SAQUÉ DE EGIPTO, de casa de servidumbre. No tendrás otros dioses fuera de mí'». ¿QUIÉN HABLÓ ESTAS PALABRAS? -AQUEL QUE LOS SACÓ DE EGIPTO. Y ¿QUIÉN ERA EL DIRIGENTE DE ISRAEL DESDE EGIPTO? ERA CRISTO. ENTONCES, ¿quién pronunció la ley desde el Sinaí? -Cristo, el resplandor de su gloria, y la misma imagen de su ser real, quien es la manifestación de Dios al hombre. Fue el Creador de todo cuanto haya sido creado, y Aquel a quien se encomendó todo el juicio. Cristo y su Justicia, pg 26. E.J. Waggoner

13) En efecto, el hecho de que Cristo sea parte de la divinidad, poseyendo todos los atributos de ella, igual al Padre a todo respecto como Creador y Legislador, es la razón básica del poder de la expiación. Solamente así es posible la redención. Cristo murió «para llevarnos a Dios» (1 Ped. 3:18); PERO SI LE HUBIERA FALTADO UN ÁPICE PARA SER IGUAL A DIOS, NO NOS HUBIERA PODIDO TRAER A DIOS. La divinidad significa la posesión de los atributos de la Deidad. Si Cristo no hubiese sido divino, entonces habríamos tenido solamente un sacrificio humano. Cristo y su Justicia pg 27.

E.J. Waggoner

14) Pero ¿qué hay sobre «la justicia de Dios sin la ley»? ¿Cómo concuerda esa declaración con aquella otra de que la ley es la justicia de Dios, y que fuera de sus requerimientos no hay justicia? No hay aquí contradicción. La ley no es algo ajeno a este proceso. Observemos cuidadosamente: ¿Quién dio la ley? –CRISTO. ¿CÓMO LA PRONUNCIÓ? – «COMO UNO TENIENDO AUTORIDAD.» ¡COMO DIOS! La ley salió de él tanto como del Padre, y es simplemente una declaración de la justicia de su carácter. Por lo tanto, la justicia que viene por la fe de Cristo Jesús es la misma justicia que está personificada en la ley; y esto lo demuestra el hecho de que es «respaldada por la Ley» (Rom. 3:21).Cristo y su Justicia: pg 38. E.J. Waggoner

15) No hay en la transacción nada que objetar. Dios es justo, y al mismo tiempo el que justifica al que cree en Jesús. EN JESÚS MORA TODA LA PLENITUD DE LA DIVINIDAD; ES IGUAL AL PADRE EN TODO ATRIBUTO. POR CONSIGUIENTE, LA REDENCIÓN QUE HAY EN ÉL –LA CAPACIDAD PARA RECUPERAR AL HOMBRE PERDIDO– ES INFINITA. LA REBELIÓN DEL HOMBRE ES CONTRA EL HIJO TANTO COMO CONTRA EL PADRE, PUESTO QUE LOS DOS SON UNO. Por lo tanto, cuando Cristo «se dio por nuestros pecados», era el Rey sufriendo por los súbditos rebeldes –el ofendido perdonando, pasando por alto la ofensa del infractor. Nadie podrá negar a un hombre el derecho y el privilegio de perdonar cualquier ofensa cometida contra él; entonces, ¿por qué cavilar cuando Dios ejerce el mismo derecho? Ciertamente, tiene todo el derecho de perdonar la injuria cometida contra él; y con mayor razón aún, puesto que vindica con ello la integridad de su ley al someterse en su propia Persona a la penalidad que el pecador merecía. Cristo y su Justicia: pg 39. E.J. Waggoner

16) Para el Señor no representa problema alguno el prestar auxilio, sea al poderoso, o al que no tiene fuerzas (2 Crón. 14:11); y puesto que los ojos del Señor recorren toda la tierra para mostrar su fortaleza en favor de aquellos cuyos corazones están completamente entregados a él (2 Crón. 16:9), los que están en necesidad harán bien en confiar solamente en él. La posición de Josafat y su pueblo armonizaba con el mandato apostólico: «FIJOS LOS OJOS EN JESÚS, AUTOR Y CONSUMADOR DE LA FE» (HEB. 12:2). ÉL ES EL PRINCIPIO Y EL FIN, Y EN SUS MANOS ESTÁ TODO EL PODER EN EL CIELO Y EN LA TIERRA. Cristo y su Justicia: pg 50. E.J. Waggoner

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