«… Antes de los abismos fui engendrada; Antes que fuesen las fuentes de las muchas aguas. Antes que los montes fuesen fundados, Antes de los collados, era yo engendrada: No había aún hecho la tierra, ni las campiñas, Ni el principio del polvo del mundo.”

Proverbios 8:24-26

Este pasaje es aún más claro y terminar de concluir lo que ya hemos venido leyendo. Ya vimos en el versículo 22 dice que fue concebido y nacido el Hijo al principio del camino de Dios. Y el versículo 23 dice en ese principio se estableció por ungimiento a Jesús como príncipe. Ahora termina de enfatizar la misma verdad: que el Hijo fue engendrado antes de la Creación. ¿Engendrado? Si, es lo que dice textualmente la Reina Valera de 1909 y 1960. Pero no te asombres, porque la palabra original es más fuerte que eso. Veamos:

La Palabra que se traduce como engendrar es la palabra hebrea “kjul” (número de Strong 2342 – https://www.logosklogos.com/strong_hebrew/2342).

Su definición es “torcer o hacer girar”, “danza” “retorcerse de dolor (especialmente de parto)” Entonces, esta diciendo el texto que la sabiduría (Jesús) fue traído con dolor de parto. Si recordamos el contexto, entonces vemos que esta diciendo con mucha fuerza y claridad que Jesús fue concebido, dado a luz con dolores de parto. O sea, no es algo simbólico o metafórico. Es algo real y literal.

Una vez más recordamos que solo hablemos y pensemos lo que está escrito. NO ESTÁ REVELADO EL CÓMO FUE ENGENDRADO EL HIJO EN LA ETERNIDAD NI EN EL VIENTRE DE MARÍA. Sin embargo, eso no debe hacernos dudar de lo que sí dice. Debemos creer lo que está escrito, aún cuando no lo entendamos del todo.

Esto es la revelación de la Biblia sobre la gloria del unigénito del Padre. Jesús es de la misma naturaleza del Padre porque la heredó. Jesús es Dios porque heredó la divinidad y el nombre. Y es el Hijo literal de Dios, el que fue traido, concebido, dado a luz con dolor de parto el que fue dado por Dios a la humanidad como pago por el pecado.

¡Mirad cual amor nos ha dado el Padre!

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