Ayer hablábamos de un versículo que estaba en Juan 17 y el hermano John esta mañana los ha leído también.

Juan 17:20-21 “20 Mas no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, 21 para que todos sean uno; como tú, oh, Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.”

 
NOTA: Lo importante de la UNIDAD no es solo que nosotros nos unamos. Lo importante es que nos unamos con Cristo. Esa es la mayor importancia. Habíamos hablado ya de una unión y que se vea primero reflejado en el hogar. Tengo algunas citas que las primeras son amonestaciones para que de alguna manera se despierte en nosotros por la GRACIA de Dios un poco más de interés en estas cosas y un poco más de interés en la obra del Señor.

 
                Como veis el título, yo aquí he quitado la palabra PACTO pero puse CONGREGARSE EN ESPĺRITU Y EN VERDAD. Vamos a seguir con quizá problemitas que podamos tener dentro de la UNIÓN. Dice así:

               “Un espíritu de mundanalidad y egoísmo ha impedido que la iglesia reciba muchas bendiciones. NO tenemos derecho a suponer que la razón que la utilidad de la iglesia sea limitada se deba a alguna restricción arbitraria dé a luz y el poder divinos. El éxito que se experimentó en el pasado cuando se realizaron esfuerzos bien dirigidos contradice tal idea. En todo momento el éxito ha sido proporcional a la labor realizada. Lo único que ha restringido la utilidad de la iglesia es el trabajo y los sacrificios limitados. El espíritu misionero es desganado; la dedicación es débil; entre los miembros existen el egoísmo la avaricia, la codicia y el fraude.” (5 TI 188)


NOTA: Lo que quiero que veamos es que a veces se piensa que todavía, pues no hemos llegado al punto. El Señor todavía no nos ha dado la bendición. Pero, la causa de lo que está diciendo no es causa de que la restricción venga de Dios, sino de nosotros mismos. La importancia de que comprendamos que si llevamos a cabo esto, si no todos al menos alguno, tenemos que realizar esfuerzos bien dirigidos, y sobre todo esfuerzo.
               

Continuamos con la cita…

                “La iglesia padece una mortífera enfermedad espiritual (Estáis de acuerdo en ello.). Sus miembros han sido heridos por Satanás, pero no levantan la vista hacia la cruz de Cristo como miraron los israelitas la serpiente de metal para salvarse.”


NOTA: ¿Qué nos está diciendo la cita? ¿Estamos mirando al cielo o no? Es importante esto para que veamos nuestra espiritualidad. Yo no sé la espiritualidad de cada uno, pero está hablando de llevar la obra a cabo. Está hablando de una unidad, de una unión de una organización. Si nos fijamos en una rueda de una bicicleta y los rayos que tiene. Si se sacan la mitad de los rayos, ¿Dónde va a ir la rueda? Se va a estropear, ¿sí o no? Sigamos…


                “El mundo reclama tantas cosas de ellos que no tienen tiempo de mirar la cruz del calvario con la insistencia necesaria para ver su gloria y sentir su poder. Al vislumbrar ocasionalmente la negación y dedicación que la verdad demanda de ellos, se muestran reacios y distraen su atención en otras cosas, para  más prontamente olvidarse del asunto. El Señor no puede hacer que Su pueblo sea útil y eficiente mientras este no se preocupe de cumplir sus requisitos que Él ha establecido.” (5 TI 188-189).


NOTA: Esta cita no es solo para vosotros. Esto es también para mí. No penséis que yo me excluyo de ello. Esto es una amonestación para mí también, y quizá para mí el primero porque soy el que la está leyendo y la está exponiendo.

                 Quiero que veáis al final cuando dice “El Señor no puede hacer que Su pueblo sea útil.” Si no puede hacer que su pueblo sea útil, ¿Qué somos? Inútiles… a mí me entristece eso, ero por mí. NO lo digo de cara a vosotros que me entristece vuestra condición, sino mi condición porque estoy siendo un siervo inútil y estoy sirviendo al mundo. En este caso lo digo para mí para que nadie se sienta ofendido. Eso cada uno se lo tiene que ver. A veces ocurre que hay gente que se ofende, por eso lo hago también porque yo no sé la condición que tiene la hermana. Yo se la mía… la siguiente cita es otra capitulación, es otro capítulo… creo que este capítulo es una exhortación.

                 “Me lleno de tristeza cuando pienso en nuestra condición como pueblo. El Señor no nos ha cerrado el cielo pero nuestro propio comportamiento extraviado nos ha separado de Dios. El orgullo, la codicia, y el amor del mundo han vivido en el corazón, sin temor a ser descartados o condenados. Pecados graves o presuntuosos han encontrado cabido entre nosotros y sin embargo, la opinión general es que la iglesia esta floreciente y rodeada de paz y prosperidad espiritual por todos sus contornos.” (5 TI 201).

NOTA: Yo creo que esta última parte nosotros no congeniamos con ella. Quizá en una iglesia más grande o algo, pero… al menos yo. Mi opinión no es esa, que la iglesia esta floreciente y rodeada de paz y prosperidad. Creo que aquí, todos tenemos este mismo sentir, que no estamos de acuerdo con ese punto. Sigamos con otra cita:

 “La iglesia ha dejado de seguir a Cristo, su Guía, y con paso firme sigue su retiro hacia Egipto. Sin embargo, son pocos los que se alarman por su falta de poder espiritual. La duda, y aun el descreimiento de los testimonios del Espíritu de Dios, leudan la iglesia por todos lados. Así lo prefiere Satanás. Los ministros que predican el yo en lugar de Cristo lo prefieren así. Los testimonios no se leen, ni se aprecian. Dios os ha hablado. De Su Palabra y los testimonios, la luz ha brillado y ambos han sido menospreciados y desatendidos. El resultado se ve claro en la falta entre nosotros de pureza, dedicación y fe fervorosa. (5 TI 201-202).


NOTA: Entonces, si nos falta eso que dice al final. Falta de pureza, de dedicación y de fe fervorosa, ¿a qué se debe? ¿Qué está diciendo la cita? Por menospreciar y desatender la Palabra de Dios y los testimonios.

                “¿Y qué ha causado esta condición alarmante? Muchos han aceptado la teoría de la verdad sin haber experimentado una verdadera conversión. Yo sé lo que digo. Son pocos los que experimentan un verdadero arrepentimiento por el pecado, que realmente sienten profundas y agudas convicciones de la depravación de su naturaleza no regenerada. El corazón de piedra no es cambiado por uno de carne. Pocos son los que están dispuestos a caer sobre la roca y ser desmenuzados.” (5 TI 202).

NOTA: ¿Recordáis que ayer hablábamos del egoísmo? Porque yo me pregunto… Todos estamos aquí en este congreso para esa organización; para ese orden, para unirnos y para llevar a cabo la obra. Pero, supongo que cada uno en su estudio; en su oración ¿podemos ver cuál es nuestro problema? Pero, más aun, ¿podemos ver la solución?

                Otra cita…

                “De todas partes surge el clamor de quienes anhelan recibir la luz que Dios ha impartido a su pueblo; pero a menudo estos pedidos se hacen en vano. ¿Quién siente la carga de consagrarse a Dios y a su obra? ¿Dónde están los hombres jóvenes que se capacitan para responder a estos llamados? Se abren ante nosotros vastos territorios donde la luz de la verdad nunca ha penetrado. A donde quiera que miramos vemos que hay abundante mies madura listas para ser cosechadas, pero no hay quien siegue. Se ofrecen oraciones en favor del triunfo de la verdad. Hermanos, ¿Qué significan estas oraciones? ¿Qué clase de éxito esperáis tener? ¿Un éxito que se acomode a vuestra indolencia; a vuestra complacencia egoísta; un éxito que se apoye y sostenga a sí mismo sin esfuerzo de vuestra parte?” (5 TI 189).

NOTA: ¿Qué os parecen esas preguntas? Lo que yo trato de hacer con esto es que de alguna manera, el Señor nos haga ver; si no lo hemos visto, que tenemos un problema y que quizá es una falta de dedicación por nuestra parte… voy a decir por mi parte, en la obra y sobre todo en el Señor. Porque todos creemos en la pronta venida de Cristo, ¿sí?  Pero, en realidad, ¿con todos nuestros esfuerzos? ¿Qué estamos haciendo para ellos? Esa sería la pregunta porque el Señor nos ha encomendado algo y nosotros somos adventistas del Séptimo Día. NO somos metodistas, no somos evangélicos. Somos adventistas del Séptimo Día. Nos ha dado una gran verdad para este último tiempo y, ¿Qué estamos haciendo al respecto? Sobre todo los que llevamos más tiempo.

                Otra cita…

                “Tiene que haber un cambio decidido en la iglesia, que incomode a los que reposan despreocupadamente, antes de que puedan enviarse al campo obreros capacitados para hacer su solemne obra. Tiene que producirse un despertamiento, una renovación espiritual. La temperatura de la devoción cristiana tiene que elevarse. Han de trazarse y llevarse a cabo planes para que la verdad sea diseminada por el mundo entero. Satanás está meciendo en sus brazos y adormeciendo a los profesos seguidores de Cristo, mientras alrededor de ellos las almas perecen. ¿Qué excusa ofrecerán al maestro por su negligencia? (5 TI 189).

NOTA: O sea, antes de que se envíen obreros al campo para que se haga esa gran obra, tiene que haber un cambio decidido y que incomode a los que no han hecho ese cambio.


COMENTARIO DE UNA HERMANA: Estaba pensando en Laodicea por las características. Pero el pueblo de Dios, el REMANENTE, no es Laodicea.


RESPUESTA DE OSCAR: Es que Laodicea siempre lo enfocamos a una denominación; denominaciones pero es un estado del ser humano.


RESPUESTA DE JG: Laodicea es una de las siete (7) iglesias y es iglesia de Cristo. Entonces sí es un estado del pueblo de Dios. Lo que pasa es que tenemos una idea en la cabeza…


RESPUESTA DE LA HERMANA: Laodicea no es una iglesia…


RESPUESTA DE JG: Sí es una iglesia… pero vamos a ver… al presente… la iglesia de Cristo de la corporación, ¿es Laodicea?

 
RESPUESTA DE LA HERMANA: Sí…


RESPUESTA DE JG: ¡No! Es hermana de Babilonia porque Laodicea es el pueblo REMANENTE, pero que tiene la verdad pero que no está viviendo a la altura de la verdad de Dios. Entonces, el pueblo REMANENTE está dormido. Pero, la iglesia adventista corporativa, está en apostasía, es hermana de Babilonia. O sea, ya no es Laodicea, es hermana de Babilonia.


                Voy a leer unos versículos que son los últimos del mensaje de Laodicea. ¿Veis las reprensiones que nos hace el Señor?

ͦ Apocalipsis 3:19-22 “19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. 20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. 21 Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. 22 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.”

NOTA: Eso es lo que está haciendo el Señor. Al final este mensaje es el que está en la cita. Lo que nos está pidiendo el Señor es que despertemos. Que dejemos de estar en los brazos de Satanás porque nos está meciendo y nos está adormeciendo. Y nos esforcemos. O como la cita que leímos ayer… de EMPEÑARNOS en la obra de Dios.

                Seguimos…

                “Suponed que Cristo morara en cada corazón y que el egoísmo en todas sus formas desapareciera de la iglesia.  ¿Cuál sería el resultado? La armonía, la unidad y el amor fraternal se verían en nuestro medio tan realmente como en la iglesia que Cristo primero estableció. Por donde quiera se vería la actividad cristiana. La iglesia entera ardería como llama de sacrificio para la gloria de Dios. Cada cristiano traería el fruto de su abnegación para ser consumido sobre el altar. Habría más actividad en la elaboración de nuevos métodos de servicio y en el estudio de como acercarse a los pobres pecadores para salvarlos de la destrucción eterna.” (5 TI 191-192).

NOTA: Si ese es el resultado de que Cristo more en el corazón… Si no está habiendo ese resultado en nosotros, ¿Qué se supone que tenemos en el corazón? Recordar que somos reformadores o que deberíamos ser reformadores. Para eso es todo esto; para reformar; para crear y para llevar la obra. Que seamos bendecidos por el Señor y llevar la obra. Ojalá y eso suceda pronto, sea en mi vida y suceda en vuestras vidas.

Sigamos…

                “¿Quién creerá la solemne verdad para este tiempo, cuando los que ya profesan creerla contradicen su fe por medio de sus obras? No es Dios quien nos ha cerrado las ventanas de los cielos sino nuestra propia conformidad con las costumbres y prácticas del mundo.” (5 TI 192).

NOTA: Yo hago la pregunta, “¿Quién creerá la solemne verdad para este tiempo?”


COMENTARIO DE JG: Si los que la predicamos, no la vivimos.

                Sabes lo que yo creo… nosotros tenemos un evangelio pero tenemos un evangelio teórico. No tenemos un evangelio que nos lleva a la práctica; práctico. En algunas cosas sí, pero me estoy refiriendo para la obra. Yo, cuando veo a los apóstoles con ese ímpetu que salían para llevar la obra… Es más, recordáis ayer que cité un libro que se llama Estudios Sobre la Educación Cristiana y Sutherland cita una escuela. La escuela de Oberlin, en la cual ellos empezaron con la educación cristiana. Esto fue antes del 1844. Él cita varios libros sobre la historia de Oberlin de como esos misioneros salían con tan ímpetu. Se iban a cualquier lugar y empezaban a trabajar con sus propias manos y empezaban a predicar y a educar a las personas. Se iban a las Indias, se iban a Cuba, se iban al sur de Estados Unidos donde estaban las personas de color.

                Seguimos con otra cita…

                “El tercer ángel de Apocalipsis 14, se presenta volando vertiginosamente a través del cielo y proclamando: “He aquí los que guardan los mandamientos de Dios y tienen la fe de Jesús.” (Apocalipsis 14:12). Aquí se nos muestra la naturaleza de la obra del pueblo de Dios. Poseen un mensaje de tanta importancia que se les representa volando para presentarlo al mundo. Tienen en sus manos el pan de vida para un mundo hambriento. El amor de Cristo los constriñe. Este es el último mensaje. Una vez haya hecho su obra no le seguirá ningún otro, ni se escucharan otros llamados de misericordia. ¡Que cometido! Que responsabilidad descansa sobre todos los que llevan las siguientes palabras de súplica misericordiosa: “El Espíritu y la esposa dicen ven. Y el que oye, diga ven. Y el que tiene sed venga; y el que quiera tome del agua de la vida gratuitamente.” (Apocalipsis 22:17) (5 TI 192).

NOTA: Tienen el pan de vida para el mundo. Es como si tuvieras una familia y tuvieras que dar de comer y no les das de comer. Hay una responsabilidad en eso, ¿o no?

Me voy a poner yo como ejemplo. Yo creo que en realidad yo no comprendo bien la responsabilidad que el Señor me ha dado al darme ese mensaje.

Continuamos con esta cita…

“Todo aquel que escuche dirá: Ven. NO solo los ministros, sino también el pueblo. Todos juntos han de extender la invitación no solo por medio de su profesión, sino por su carácter y su manera de vestir, todos han de ejercer una influencia atractiva. Han sido constituidos como fideicomisarios del mundo, ejecutores del testamento de UNO que ha legado una sagrada verdad a los hombres. ¡Ojalá que todos estuvieran conscientes de la dignidad y la gloria que Dios ha encontrado en sus manos!

NOTA: Clama a nosotros… Ojalá que todos estuvieran conscientes de ello. Pidamos a Dios que nos despierte. Una cita que me gusta mucho y la puse ayer ya. ¿Recordáis, sobre las reformas? Voy a leer la primera parte solamente. Recordáis que tiene que ver con el tema de las instrucciones educacionales. Dice…

“Nos toca ahora comenzar de nuevo. Las reformas deben emprenderse de todo corazón, alma y voluntad. Los errores pueden ser muy antiguos, pero los años no hacen del error, ni de la verdad error. Se han seguido por demasiado tiempo los viejos hábitos y costumbres. El Señor quiere que maestros y alumnos desechen ahora toda idea falsa. No tenemos libertad para enseñar lo que coincida con la norma del mundo o la norma de la iglesia, sencillamente porque así se suele hacer.” (6T 147).

NOTA: Entonces, recalco aquí que las reformas deben de ejercerse de todo corazón, alma y voluntad. SI nos empeñamos en esta obra de unión, de organización, tiene que ser de todo corazón, alma y voluntad, sino no va a surgir, vamos a seguir igual. Yo espero que no queramos más estar igual.

 Vamos a…

Romanos 12:2 “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”

NOTA: Me gusta mucho este versículo y tiene que ver también con nosotros… “para que no nos conformemos más a este siglo sino que nos transformemos. O mejor dicho, que el Señor nos transforme, que haya dedicación. La versión bíblica de 1909 dice “para que experimentéis.” Esa palabra me gusta… que experimentéis. Esa palabra es clave… para que experimentemos eso, para que sea práctico. Leamos otro versículo.


COMENTARIO DE UNA HERMANA: Me gustaría antes de eso leer un comentario que hace Elena de White sobre Romanos 12:2. “Buenos frutos son la prueba. El hombre caído puede ser transformado por la renovación de la mente de modo que puede comprobar cuál sea la buena voluntad de Dios agradable y perfecta. ¿Cómo comprueba esto? Por el Espíritu Santo que toma posesión de su mente, espíritu, corazón y carácter. ¿Dónde se haya esta comparación? Hemos llegado a ser espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres. Una verdadera obra es llevada a cabo por el Espíritu Santo en el carácter humano y se ven en sus frutos. Así como un árbol dará buenos frutos, así el árbol que generalmente es plantado en el huerto del Señor producirá buenos frutos para la vida eterna. Los pecados que nos rodean son vencidos. No se permiten en la mente malos pensamientos. Los malos hábitos son eliminados del templo del alma. Las tendencias que se han torcido en una dirección equivocada, vuelven a encaminarse por el sendero correcto. Se cambian las disposiciones y sentimientos equivocados. Se reciben nuevos principios de accion y hay una nueva norma de carácter. Disposiciones santas y emociones santificadas son el fruto que da ahora el árbol cristiano. Se ha efectuado una transformación completa. Esta es la obra que debe realizarse. Comprendemos por experiencia que, por nuestra propia fuerza humana no tienen valor las resoluciones y los propósitos. ¿Debemos pues, abandonar nuestros esfuerzos decididos? ¡N0! Aunque nuestra experiencia testifique que es imposible que hagamos esta obra por nosotros mismos, la ayuda depende de Aquel que es poderoso para hacerla por nosotros. Pero la única forma en que podemos conseguir la ayuda de Dios es poniéndonos completamente en sus manos y confiando en que el obre por nosotros. Cuando nos aferramos a Él por la fe, Él hace la obra. El creyente solo puede confiar. A medida que Dios obra podemos obrar confiando en Él y haciendo Su Voluntad. (Mensajes Selectos I, 1890).

Quiero ahora que vayamos a otro versículo que tiene que ver con eso también.

Jeremías 29:11-13 “11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. 12 Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; 13 y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.”

NOTA: Esa es la obra que nos toca a nosotros. El Señor estará en nuestro corazón, cuando en realidad lo busquemos de todo nuestro corazón. Si creemos en el Señor, si creemos en estas citas, creemos en la unión, hay que hacerlo de todo corazón. Primero, buscando al Señor y llevando a cabo la obra que Él nos ha encomendado. Recordáis ayer que había algunas citas que cuando se hacen esfuerzos desunidos, esos esfuerzos no llevan a nada. Aparte decía la cita que eran un desperdicio. Es importante que sepamos eso.

Vayamos ahora a otros dos versículos…

Colosenses 3:1 “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.”

NOTA: Bueno, más de lo mismo. Dejemos de mirar lo de abajo, por decirlo de una manera, y si todavía no estamos en ello completamente y de todo nuestro corazón, que empecemos a hacerlo por la gracia de Cristo y miremos arriba. Las cosas que tienen que ver con la eternidad. Las cosas con las que el Señor nos ha mandado, las bendiciones del cielo y no lo terrenal. El último versículo…

1 Samuel 7:3 “Habló Samuel a toda la casa de Israel, diciendo: Si de todo vuestro corazón os volvéis a Jehová, quitad los dioses ajenos y a Astarot de entre vosotros, y preparad vuestro corazón a Jehová, y solo a él servid, y os librará de la mano de los filisteos.”

NOTA: Es tiempo, si nos empeñamos en esta obra, como dice ahí el versículo… de preparar nuestro corazón ara Jehová, peo también de apartar todo aquello que nos separa de Él. Lo que quiero decir con esto es que si en realidad nosotros sentimos la necesidad de ello; sentimos la necesidad de ir más allá. De ir más hacia el Señor, y vemos que hay cosas, o el Señor de alguna manera nos hace ver, que hay cosas que todavía nos separan de Él, apartemos esas cosas y preparemos el corazón para el Señor, porque la obra no se va a ser sola. EL Señor la ha dado para que la hagamos nosotros, con SU ayuda.

COMENTARIO DE UNA HERMANA: Tengo muchas dudas con relación a las preguntas que hace el pacto de iglesia…

RESPUESTA DE OSCAR: Pero, hagamos una cosa. Esta tarde para no entrar en ese debate. Esta tarde en el panel que se hará, de 6 a 7 se aborda ese tema. Recordad que no es una predicación sino un panel entre todos, para concretar todas estas cositas, y mañana domingo, para si de alguna manera hay una entrega, empezar a planificar para llevar a cabo esa obra.
¡Amén!

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