La enfermedad está en el mundo.

Romanos 5:12 (RV1909) De consiguiente, vino la reconciliación por uno, así como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, y la muerte así pasó á todos los hombres, pues que todos pecaron

Somos susceptibles de enfermarnos. Está asegurado que de una u otra forma nos enfermaremos, de forma leve, mediana o grave. Es resultado del pecado de Adán.

Marcos 1:32-34 (RV1909) Y cuando fué la tarde, luego que el sol se puso, traían á él todos los que tenían mal, y endemoniados; 33 Y toda la ciudad se juntó á la puerta. 34 Y sanó á muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades…

Cuando Jesús vino habían muchos enfermos. Ni el judaísmo sacerdotal ni los romanos o griegos pudieron curar las enfermedades. Había mucha gente desahuciada.

Mateo 9:36 (RV1909) Y viendo las gentes, tuvo compasión de ellas; porque estaban derramadas y esparcidas como ovejas que no tienen pastor.

Él tomaba literalmente nuestras enfermedades cuando curaba. La base de toda verdadera curación es la justificación por la fe.

Mateo 8:16-17 (RV1909) Y como fué ya tarde, trajeron á él muchos endemoniados: y echó los demonios con la palabra, y sanó á todos los enfermos; 17 Para que se cumpliese lo que fué dicho por el profeta Isaías, que dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.

Cristo dedicó 1/3 de su ministerio a curar.

Mt 9:35: «Y rodeaba Jesús por todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y todo achaque en el pueblo.”

La Historia de la mujer del flujo de sangre ilustra paso a paso la metodología de curación de Cristo:

Mateo 9:20-22 (RV1909) Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre doce años había, llegándose por detrás, tocó la franja de su vestido: 21 Porque decía entre sí: Si tocare solamente su vestido, seré salva. 22 Mas Jesús volviéndose, y mirándola, dijo: Confía, hija, tu fe te ha salvado. Y la mujer fué salva desde aquella hora.

  1. Cuando enfermó reconoció su enfermedad:
    1. Marcos 5:25 (RV1909) Y una mujer que estaba con flujo de sangre doce años hacía,
  2. Luego dió un mal paso: buscó a los médicos:
    1. Marcos 5:26 (RV1909) Y había sufrido mucho de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor,
  3. Y en esa falsa solución, gastó todo su tiempo y dinero:
    1. Marcos 5:26 (RV1909) Y había sufrido mucho de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor,
    2. Lucas 8:43 (RV1909) Y una mujer, que tenía flujo de sangre hacía ya doce años, la cual había gastado en médicos toda su hacienda, y por ninguno había podido ser curada,
  4. Padeció doce años desahuciada:
    1. Mateo 9:20 (RV1909) Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre doce años había, llegándose por detrás, tocó la franja de su vestido:
    2. Marcos 5:25-26 (RV1909) Y una mujer que estaba con flujo de sangre doce años hacía, 26 Y había sufrido mucho de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor,
  5. Dios la busca y envía a su oído la fama de Jesús:
    1. Marcos 5:27 (RV1909) Como oyó hablar de Jesús, llegó por detrás entre la compañía, y tocó su vestido.
  6. Con fe buscó a Jesús:
    1. Marcos 5:27 (RV1909) Como oyó hablar de Jesús, llegó por detrás entre la compañía, y tocó su vestido.
  7. Aplicó el remedio de Cristo:
    1. Mateo 9: 21 Porque decía entre sí: Si tocare solamente su vestido, seré salva
    2. Marcos 5:28 (RV1909) Porque decía: Si tocare tan solamente su vestido, seré salva
  8. Fue sanada:
    1. Mateo 9:22 Mas Jesús volviéndose, y mirándola, dijo: Confía, hija, tu fe te ha salvado. Y la mujer fué salva desde aquella hora.
    2. Marcos 5:29-34 (RV1909) Y luego la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote. 30 Y luego Jesús, conociendo en sí mismo la virtud que había salido de él, volviéndose á la compañía, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos? 31 Y le dijeron sus discípulos: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado? 32 Y él miraba alrededor para ver á la que había hecho esto. 33 Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en sí había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad. 34 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva: ve en paz, y queda sana de tu azote.

Enseñó que la enfermedad es ocasionada por la transgresión de la ley o pecado.

Juan 5:14 (RV1909) Después le halló Jesús en el templo, y díjole: He aquí, has sido sanado; no peques más, porque no te venga alguna cosa peor.

Jesús curaba con remedios naturales.

En las curaciones del Salvador hay lecciones para sus discípulos. Una vez ungió con barro los ojos de un ciego, y le ordenó: “Ve a lavarte en el estanque de Siloé[…] Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo” (Juan 9:7). Lo que curaba era el poder del gran Médico, pero él empleaba medios naturales. Aunque no apoyó el uso de drogas, sancionó el de remedios sencillos y naturales. CMM 56.1

Además de enseñar, vivió lo que predicaba: Cristo no tomó analgésicos o remedios de la época.

Mateo 27:34 (RV1909) 34 Le dieron á beber vinagre mezclado con hiel: y gustando, no quiso beber lo

Babilonia usa la farmakeia (falsa medicina).

Ap 18:23: «Y luz de antorcha no alumbrará más en ti; y voz de esposo ni de esposa no será más en ti oída; porque tus mercaderes eran los magnates de la tierra; porque en tus hechicerías (farmakeia) todas las gentes han errado.”

G5331 – φαρμακεία – farmakeía – de G5332; medicación («farmacia»), i.e. (por extensión) magia (literalmente o figurativamente): hechicería.

La Mujer del flujo de sangre gastó TODO SU DINERO en medicamentos y medicina griega.

Era la medicina de la época.

A Jesús le ofrecieron una mezcla romana como analgésico.

Mateo 27:34 (RV1909) 34 Le dieron á beber vinagre mezclado con hiel: y gustando, no quiso beber lo

El 4to ANGEL no. Usa los remedios naturales (la verdadera medicina).

El 4to ángel trae la gloria de Cristo y con eso alumbra. Apoc 18.1

(RV1909) Apocalipsis 18.1 Y DESPUÉS de estas cosas vi otro ángel descender del cielo teniendo grande potencia; y la tierra fué alumbrada de su gloria.

La gloria de Cristo, es la gloria del unigénito:

Juan 1:14 (RV1909) 14 Y aquel Verbo fué hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.

Y es las obras que él hizo en su carne de pecado.

Mt 9:35: «Y rodeaba Jesús por todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y todo achaque en el pueblo.”

1/3 de la gloria de Cristo es el ministerio de sanar como el sanó y él no sanaba con farmakeia, sino con los remedios naturales.

Hay muchas maneras de practicar el arte de sanar; pero hay una sola que el cielo aprueba. Los remedios de Dios son los simples agentes de la naturaleza, que no recargarán ni debilitarán el organismo por la fuerza de sus propiedades. El aire puro y el agua, el aseo y la debida alimentación, la pureza en la vida y una firme confianza en Dios, son remedios por cuya falta millares están muriendo; sin embargo, estos remedios están pasando de moda porque su uso hábil requiere trabajo que la gente no aprecia. El aire puro, el ejercicio, el agua pura y un ambiente limpio y amable, están al alcance de todos con poco costo; mientras que las drogas son costosas, tanto en recursos como en el efecto que producen sobre el organismo. 5TPI 418.2

EL 4TO ANGEL SANARÁ A LOS ENFERMOS

Cristo siente los males de todo doliente. Cuando los malos espíritus desgarran un cuerpo humano, Cristo siente la maldición. Cuando la fiebre consume la corriente vital, él siente la agonía. Y está tan dispuesto a sanar a los enfermos ahora como cuando estaba personalmente en la tierra. Los siervos de Cristo son sus representantes, los conductos por los cuales ha de obrar. El desea ejercer por ellos su poder curativo. CSI 30.1

El Señor me ha mostrado que cuando el Israel de hoy se humille delante de él y quite toda inmundicia del templo de su alma, Dios escuchará sus oraciones en favor de los enfermos y dará eficacia a los remedios empleados contra la enfermedad. Cuando el agente humano haga con fe cuanto pueda para combatir la enfermedad por los sencillos métodos de tratamiento que Dios indicó, el Señor bendecirá estos esfuerzos. 3JT 364.1

Oren por los enfermos, esforzándose por aliviarlos, no con drogas, sino con remedios naturales, enseñándoles a recuperar la salud y evitar la enfermedad. 3JT 371.2

En nuestros sanatorios propiciamos el uso de remedios sencillos. Desaprobamos el empleo de fármacos, porque estos envenenan el torrente sanguíneo. En estas instituciones deberían darse instrucciones razonables respecto a la alimentación, la bebida, la vestimenta y el estilo de vida que nos ayudará a mantener la salud. SE1 342.2

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