¿QUÉ CREÍAN LOS PIONEROS SOBRE LA CONVERSIÓN DEL MUNDO Y LOS MIL AÑOS?

Doctrina #8

INTRODUCCIÓN:

8. Que la doctrina de la conversión del mundo y un milenio temporal es una fábula de estos últimos días, calculada para adormecer a los hombres a un estado de seguridad carnal, y causar que sean sorprendidos por el gran día del Señor como ladrón en la noche (1 Tesalonicenses 5:3); que la segunda venida de Cristo debe preceder, no seguir, al milenio; porque hasta que el Señor aparezca, el poder papal, con todas sus abominaciones, continuará (2 Tesalonicenses 2: 8), el trigo y la cizaña crecerán juntos (Mateo 13:29, 30, 39), y los malos y seductores irán de mal en peor, tal como lo declara la palabra de Dios. 2 Timoteo 3:1, 13.

BOSQUEJO DEL ESTUDIO:

A. La Conversión del Mundo:

B. El Milenio temporal:

C. La Segunda Venida y los eventos precedentes y consecuentes:

D. Los que estará cuando Cristo regrese:

A. LA CONVERSIÓN DEL MUNDO:

Tomando por criterio el modo en que las profecías se habían cumplido en lo pasado, para considerar el modo en que se cumplirían las que quedaban aún por cumplirse, se convenció de que el concepto popular del reino espiritual de Cristo—un milenio temporal antes del fin del mundo—no estaba fundado en la Palabra de Dios. Esta doctrina que indicaba mil años de justicia y de paz antes de la venida personal del Señor, difería para un futuro muy lejano los terrores del día de Dios. Pero, por agradable que ella sea, es contraria a las enseñanzas de Cristo y de sus apóstoles, quienes declaran que el trigo y la cizaña crecerán juntos hasta la siega al fin del mundo; que “los malos hombres y los engañadores, irán de mal en peor”; que “en los postreros días vendrán tiempos peligrosos”; y que el reino de las tinieblas subsistirá hasta el advenimiento del Señor y será consumido por el espíritu de su boca y destruido con el resplandor de su venida. Mateo 13:30, 38-41; 2 Timoteo 3:13, 1; 2 Tesalonicenses 2:8. CS 321.1

La doctrina de la conversión del mundo y del reino espiritual de Cristo no era sustentada por la iglesia apostólica. No fue generalmente aceptada por los cristianos hasta casi a principios del siglo XVIII. Como todos los demás errores, este también produjo malos resultados. Enseñó a los hombres a dejar para un remoto porvenir la venida del Señor y les impidió que dieran importancia a las señales de su cercana llegada. Infundía un sentimiento de confianza y seguridad mal fundado, y llevó a muchos a descuidar la preparación necesaria para ir al encuentro de su Señor. CS 321.2

Miller encontró que la venida verdadera y personal de Cristo está claramente enseñada en las Santas Escrituras. San Pablo dice: “El Señor mismo descenderá del cielo con mandato soberano, con la voz del arcángel y con trompeta de Dios”. Y el Salvador declara que “verán al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y grande gloria”. “Porque como el relámpago sale del oriente, y se ve lucir hasta el occidente, así será la venida del Hijo del hombre”. Será acompañado por todas las huestes del cielo, pues “el Hijo del hombre” vendrá “en su gloria, y todos los ángeles con él”. “Y enviará sus ángeles con grande estruendo de trompeta, los cuales juntarán a sus escogidos”. 1 Tesalonicenses 4:16; Mateo 24:30, 27, 31; 25:31 (VM). CS 321.3

A su venida los justos muertos resucitarán, y los justos que estuvieren aún vivos serán mudados. “No todos dormiremos—dice Pablo—, mas todos seremos mudados, en un momento, en un abrir de ojos, al sonar la última trompeta: porque sonará la trompeta, y los muertos resucitarán incorruptibles, y nosotros seremos mudados. Porque es necesario que este cuerpo corruptible se revista de incorrupción, y que este cuerpo mortal se revista de inmortalidad”. 1 Corintios 15:51-53 (VM). Y en 1 Tesalonicenses 4:16, 17, después de describir la venida del Señor, dice: “Los muertos en Cristo se levantarán primero; luego, nosotros los vivientes, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos a las nubes, al encuentro del Señor, en el aire; y así estaremos siempre con el Señor”. CS 322.1

El pueblo de Dios no puede recibir el reino antes que se realice el advenimiento personal de Cristo. El Señor había dicho: “Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre el trono de su gloria; y delante de él serán juntadas todas las naciones; y apartará a los hombres unos de otros, como el pastor aparta las ovejas de las cabras: y pondrá las ovejas a su derecha, y las cabras a la izquierda. Entonces dirá el Rey a los que estarán a su derecha: ¡Venid, benditos de mi Padre, poseed el reino destinado para vosotros desde la fundación del mundo!” Mateo 25:31-34 (VM). Hemos visto por los pasajes que acabamos de citar que cuando venga el Hijo del hombre, los muertos serán resucitados incorruptibles, y que los vivos serán mudados. Este gran cambio los preparará para recibir el reino; pues San Pablo dice: “La carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción”. 1 Corintios 15:50 (VM). En su estado presente el hombre es mortal, corruptible; pero el reino de Dios será incorruptible y sempiterno. Por lo tanto, en su estado presente el hombre no puede entrar en el reino de Dios. Pero cuando venga Jesús, concederá la inmortalidad a su pueblo; y luego los llamará a poseer el reino, del que hasta aquí solo han sido presuntos herederos. CS 322.2

Estos y otros pasajes bíblicos probaron claramente a Miller que los acontecimientos que generalmente se esperaba que se verificasen antes de la venida de Cristo, tales como el reino universal de la paz y el establecimiento del reino de Dios en la tierra, debían realizarse después del segundo advenimiento. Además, todas las señales de los tiempos y el estado del mundo correspondían a la descripción profética de los últimos días. Por el solo estudio de las Sagradas Escrituras, Miller tuvo que llegar a la conclusión de que el período fijado para la subsistencia de la tierra en su estado actual estaba por terminar. CS 322.3

REACCIÓN ANTE LAS 2300 TARDES Y MAÑANAS:

Dios se propuso probar a su pueblo. Su mano cubrió el error cometido en el cálculo de los períodos proféticos. Los adventistas no descubrieron el error, ni fue descubierto tampoco por los más sabios de sus adversarios. Estos decían: “Vuestro cálculo de los períodos proféticos es correcto. Algún gran acontecimiento está a punto de realizarse; pero no es lo que predice Miller; es la conversión del mundo, y no el segundo advenimiento de Cristo” (véase el Apéndice). CS 371.2

LA DOCTRINA DE LAS IGLESIAS CAÍDAS EN 1844

El décimo día del mes séptimo había pasado, y las iglesias pensaron que les sería muy fácil recuperar a los miembros perdidos, que se habían separado de ellos bajo el “clamor de medianoche” y el mensaje del segundo ángel; pero en esto fueron grandemente desilusionados, como mostraremos con la siguiente respuesta a la porfía por hacerlos volver a sus organizaciones anteriores, como apareció en el Midnight Cry del 26 de dic. de 1844: GMA 155.1

“¿Pero cuáles son los hechos? Ellos saben bien que en la gran masa de estas iglesias los temas predominantes son: ‘La conversión del mundo’, ‘un milenio de mil años’, y ‘el regreso de los judíos a Palestina’, antes que el advenimiento personal del Salvador. Aquellos que vuelven a sentarse bajo las canciones de cuna de tales doctrinas no bíblicas e irrazonables, lo hacen con los ojos abiertos; y ese curso de acción de su parte sería realmente ‘retroceder’. GMA 155.2

“Habiendo llegado a ser ‘libres’ en un sentido bíblico, es mucho más seguro ‘avanzar’ que ‘volver’ o ‘retirarse’, especialmente en este momento, cuando la corona de gloria se dará a los fieles en Cristo Jesús”. GMA 155.3

La conducta de las iglesias en eliminar la venida del Señor y defender doctrinas no bíblicas, sugirieron a los adventistas estas palabras del profeta Ezequiel: “Hijo de hombre, he aquí que los de la casa de Israel dicen: La visión que éste ve es para de aquí a muchos días, para lejanos tiempos profetiza éste”. En el mismo pasaje se encuentra la respuesta que usaron los adventistas: “Diles, por tanto: Así ha dicho Jehová el Señor: No se tardará más ninguna de mis palabras, sino que la palabra que yo hable se cumplirá, dice Jehová el Señor”.19 GMA 155.4

UNA DOCTRINA MUY POPULAR

Las iglesias de nuestro tiempo están buscando la grandeza mundana y están tan poco dispuestas a ver la luz de las profecías y a recibir la evidencia de su cumplimiento, que muestran que Cristo muy pronto vendrá, como los judíos con respecto a su primer advenimiento. Esperaban el reino temporal y triunfante del Mesías en Jerusalén. Los profesos cristianos de nuestra época esperan la prosperidad temporal de la iglesia, manifestada en la conversión del mundo, y el gozo del milenio temporal.—The Review and Herald, 24 de diciembre de 1872. MSV 12.2

EL ESPIRITISMO Y LA CONVERSIÓN DEL MUNDO:

Por medio del espiritismo han de cumplirse milagros, los enfermos sanarán, y se realizarán muchos prodigios innegables. Y como los espíritus profesarán creer en la Biblia y manifestarán respeto por las instituciones de la iglesia, su obra será aceptada como manifestación del poder divino. CS 575.1

La línea de separación entre los que profesan ser cristianos y los impíos es actualmente apenas perceptible. Los miembros de las iglesias aman lo que el mundo ama y están listos para unirse con ellos; Satanás tiene resuelto unirlos en un solo cuerpo y de este modo robustecer su causa atrayéndolos a todos a las filas del espiritismo. Los papistas, que se jactan de sus milagros como signo cierto de que su iglesia es la verdadera, serán fácilmente engañados por este poder maravilloso, y los protestantes, que han arrojado de sí el escudo de la verdad, serán igualmente seducidos. Los papistas, los protestantes y los mundanos aceptarán igualmente la forma de la piedad sin el poder de ella, y verán en esta unión un gran movimiento para la conversión del mundo y el comienzo del milenio tan largamente esperado. CS 575.2

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