|Santiago 4:1-8| – 31 de Agosto 2024

  1. ¿De qué males habla ahora Santiago como existentes en la iglesia? Santiago 4:1, primera cláusula.

Stg 4:1: «¿DE dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No son de vuestras concupiscencias, las cuales combaten en vuestros miembros?»

  1. ¿De dónde dice que surgen estas guerras y pleitos (margen)? Ver nota 1.

1.- Santiago 4:1.—El apóstol pasa por una transición aguda y dolorosa desde el ideal presentado al final del capítulo anterior, donde habla de los frutos de la justicia siendo sembrados en paz por aquellos que hacen la paz, a un estado de cosas que es con demasiada frecuencia una realidad en la iglesia, cuando hay contención, reyertas y discordias. Luego señala la fuente de donde surgen estas cosas. Son lo opuesto a aquella sabiduría que viene de lo alto, de la cual habló en el capítulo anterior, y provienen de los movimientos del pecado en nuestros miembros. Lange dice: «Cada deseo sensual y egoísta que no es eliminado en el corazón del cristiano, tarde o temprano debe trabajar desastrosamente, en detrimento de la comunión fraternal. Las esperanzas frustradas no deberían llenarnos de amargura y odio unos contra otros, sino más bien impulsarnos a la humildad y a la oración creyente y confiada.»

  1. ¿Dónde trabajan estos deseos o impulsos mundanos y carnales? Versículo 1, última cláusula. Rom. 7:23; 1 Pedro 2:11.

Stg 4:1: «¿DE dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No son de vuestras concupiscencias, las cuales combaten en vuestros miembros?»

Ro 7:23: «Mas veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi espíritu, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.»

  1. ¿A qué se refiere en Santiago 4:2, primera cláusula?

Stg 4:2: «Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y gerreáis, y no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.»

Respuesta: Evidentemente a esas ambiciones y deseos que se apoderan de alguien que se aleja de Dios y se vuelve mundano. Luego busca su felicidad en el orgullo de la vida, la lujuria de los ojos y la satisfacción de los apetitos corporales y los deseos de la carne. Pero la verdadera felicidad no se puede obtener de esta fuente. Ver nota 2.

2.- Versículo 2.—»Matais y deseáis tener.» Esto debe ser tomado, según el contexto, no en un sentido literal sino espiritual, como en el versículo 4. Se refiere a una condición de la mente. En la antigua dispensación, en los

casos de David y Acab, la envidia y el deseo de obtener, llevaban al asesinato real. Los mismos sentimientos son los resortes de los mismos crímenes ahora. Juan dice: «Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida.» La lectura marginal, por lo tanto, aunque no sea en este caso una traducción literal de la palabra utilizada, sin duda transmite la idea verdadera al referirse a esa condición mental que, si se permite desarrollarse plenamente, llevaría al asesinato.

  1. ¿A dónde lleva tal falso curso de vida? última parte.

Stg 4:2: «Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y gerreáis, y no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.»

  1. ¿A qué ejercicio se refiere con las palabras «Vosotros pedís»? Versículo 3. Ver nota 3.

Stg 4:3: «Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.»

3.- «No pedís.» El hecho de que las personas intenten presentar ante Dios en oración los fines impíos y mundanos que buscan, es un triste comentario sobre la condición de autoengaño en la que uno puede caer. Pedir cosas inapropiadas con un espíritu inapropiado es, en cierto sentido, no pedir en absoluto; porque el Cielo no considera tales oraciones. Desde otro punto de vista, se llama pedir «mal». Versículo 3. La oración ofrecida por los objetos correctos y hecha con el espíritu correcto será la única que asegure la bendición.

  1. ¿Por qué no se responden tales oraciones a las que se hace referencia?-Ib.

Stg 4:3: «Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.»

  1. ¿Qué significa pedir mal?-Ib. última cláusula.

Stg 4:3: «Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.»

  1. ¿Cómo llama Santiago a los cristianos profesos que así se unen con el mundo? Versículo 4.

Stg 4:4: «Adúlteros y adúlteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad con Dios? Cualquiera pues que quisiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.»

  1. ¿En qué sentido se usan estos términos? Rom. 7:4.

Ro 7:4: «Así también vosotros, hermanos míos, estáis muertos a la ley por el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, a saber, del que resucitó de los muertos, a fin de que fructifiquemos a Dios.»

  1. ¿Cómo está relacionada la amistad del mundo con Dios? Santiago 4:4.

Stg 4:4: «Adúlteros y adúlteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad con Dios? Cualquiera pues que quisiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.»

  1. ¿Cómo está relacionado con Dios todo aquel que es amigo del mundo? -Ib. última cláusula.

Stg 4:4: … Cualquiera pues que quisiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.»

  1. ¿Qué significa ser amigo del mundo? 1 Juan 2:15,16.

1Jn 2:15-16: «No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la soberbia de la vida, no es del Padre, mas es del mundo.»

  1. ¿Con qué espíritu será atormentado todo cristiano profesante mundano?

Respuesta: Envidia. Santiago 4:5.

Stg 4:5: «¿Pensáis que la Escritura dice sin causa: El espíritu que mora en nosotros codicia para envidia?»

  1. ¿A qué escritura se refiere Santiago en este versículo? Ver nota 4.

4.- Versículo 5.—No hay pasaje alguno en las Escrituras que contenga el lenguaje preciso aquí dado. No es una cita directa: Esto lleva a la conclusión necesaria de que lo que las Escrituras enseñan en varios pasajes y formas de fraseología diferentes se menciona como lo que dicen las Escrituras.

  1. ¿A quién da Dios más gracia? Versículo 6.

Stg 4:6: «Mas él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.»

  1. ¿De qué manera trata Dios a los orgullosos y a los humildes de manera diferente? Mateo 23:12.

Mt 23:12: «Porque el que se ensalzare, será humillado; y el que se humillare, será ensalzado.»

  1. ¿Cuál es el significado de la palabra traducida «resiste»?

Respuesta: Oponerse en formación de batalla, listo para luchar contra algo o alguien. Ver nota 5.

5.- Versículo 8.—El lavado o limpieza de las manos era un símbolo de inocencia y pureza. Como pecadores debemos limpiar nuestras manos de obras malvadas; y como indecisos debemos desechar esa inconstancia e indecisión mental que contrarresta todos nuestros esfuerzos por el bien, y tener «fe sin vacilar». Porque solo aquellos que están limpios de manos y sinceros y puros de corazón pueden acercarse efectivamente a Dios.

  1. ¿Cómo se nos aconseja relacionarnos con Dios? Versículo 7, primera cláusula.

Stg 4:7: «Someteos pues a Dios; resistid al diablo, y de vosotros huirá.»

  1. ¿Qué actitud debemos mantener hacia el diablo?

Stg 4:7: «Someteos pues a Dios; resistid al diablo, y de vosotros huirá.»

  1. ¿Cuál será el resultado? -Ib. última cláusula.

Stg 4:7: «Someteos pues a Dios; resistid al diablo, y de vosotros huirá.«

  1. ¿Cuántos son tan débiles que no pueden resistir? Juan 15:5; 2 Corintios 12:9,10.

Jn 15:5: «Yo soy la vid, vosotros los pámpanos: el que está en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque sin mí nada podéis hacer.»

2Co 12:9-10: «Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi potencia en la flaqueza se perfecciona. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis flaquezas, porque habite en mí la potencia de Cristo. Por lo cual me gozo en las flaquezas, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias por Cristo; porque cuando soy flaco, entonces soy poderoso.»

  1. ¿Qué más se nos exhorta a hacer en referencia a Dios? Versículo 8, primera cláusula.

Stg 4:8: «Allegaos a Dios, y él se allegará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros de doblado ánimo, purificad los corazones.»

  1. ¿Qué hará entonces él?

  2. ¿Por qué se exhorta a los pecadores a limpiar sus manos? Salmo 26:6.

Sal 26:6: «Lavaré en inocencia mis manos, Y andaré alrededor de tu altar, oh Jehová:»

  1. ¿Por qué debe un hombre de doble ánimo purificar su corazón? Ver Santiago 1:6-8.

Stg 1:6-8: «Pero pida en fe, no dudando nada: porque el que duda es semejante a la onda de la mar, que es movida del viento, y echada de una parte a otra. No piense pues el tal hombre que recibirá ninguna cosa del Señor. El hombre de doblado ánimo es inconstante en todos sus caminos.»

| NOTAS |

1.- Santiago 4:1.—El apóstol pasa por una transición aguda y dolorosa desde el ideal presentado al final del capítulo anterior, donde habla de los frutos de la justicia siendo sembrados en paz por aquellos que hacen la paz, a un estado de cosas que es con demasiada frecuencia una realidad en la iglesia, cuando hay contención, reyertas y discordias. Luego señala la fuente de donde surgen estas cosas. Son lo opuesto a aquella sabiduría que viene de lo alto, de la cual habló en el capítulo anterior, y provienen de los movimientos del pecado en nuestros miembros. Lange dice: «Cada deseo sensual y egoísta que no es eliminado en el corazón del cristiano, tarde o temprano debe trabajar desastrosamente, en detrimento de la comunión fraternal. Las esperanzas frustradas no deberían llenarnos de amargura y odio unos contra otros, sino más bien impulsarnos a la humildad y a la oración creyente y confiada.»

2.- Versículo 2.—»Matais y deseáis tener.» Esto debe ser tomado, según el contexto, no en un sentido literal sino espiritual, como en el versículo 4. Se refiere a una condición de la mente. En la antigua dispensación, en los

casos de David y Acab, la envidia y el deseo de obtener, llevaban al asesinato real. Los mismos sentimientos son los resortes de los mismos crímenes ahora. Juan dice: «Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida.» La lectura marginal, por lo tanto, aunque no sea en este caso una traducción literal de la palabra utilizada, sin duda transmite la idea verdadera al referirse a esa condición mental que, si se permite desarrollarse plenamente, llevaría al asesinato.

3.- «No pedís.» El hecho de que las personas intenten presentar ante Dios en oración los fines impíos y mundanos que buscan, es un triste comentario sobre la condición de autoengaño en la que uno puede caer. Pedir cosas inapropiadas con un espíritu inapropiado es, en cierto sentido, no pedir en absoluto; porque el Cielo no considera tales oraciones. Desde otro punto de vista, se llama pedir «mal». Versículo 3. La oración ofrecida por los objetos correctos y hecha con el espíritu correcto será la única que asegure la bendición.

4.- Versículo 5.—No hay pasaje alguno en las Escrituras que contenga el lenguaje preciso aquí dado. No es una cita directa: Esto lleva a la conclusión necesaria de que lo que las Escrituras enseñan en varios pasajes y formas de fraseología diferentes se menciona como lo que dicen las Escrituras.

5.- Versículo 8.—El lavado o limpieza de las manos era un símbolo de inocencia y pureza. Como pecadores debemos limpiar nuestras manos de obras malvadas; y como indecisos debemos desechar esa inconstancia e indecisión mental que contrarresta todos nuestros esfuerzos por el bien, y tener «fe sin vacilar». Porque solo aquellos que están limpios de manos y sinceros y puros de corazón pueden acercarse efectivamente a Dios.

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