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1Co 5:8: «Así que hagamos fiesta, no en la vieja levadura, ni en la levadura de malicia y de maldad, sino en ázimos de sinceridad y de verdad.»
Primer Contexto
1Co 5:7: «Limpiad pues la vieja levadura, para que seáis nueva masa, como sois sin levadura: porque nuestra pascua, que es Cristo, fué sacrificada por nosotros.»
Contexto Amplio
1Co 5:1,5-6: «DE cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aún se nombra entre los Gentiles; tanto que alguno tenga la mujer de su padre. … El tal sea entregado a Satanás para muerte de la carne, porque el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús. No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa?»
La Pascua sigue vigente en un sentido simbólico
La fiesta de los judíos son literales, y su vigencia para los cristianos es simbólica. Queda abolido lo literal, pero se mantiene lo simbólico.
El cordero literal, ahora es simbólico (Cristo muerto).
La levadura literal, ahora es simbólica (limpiar la iglesia de pecado abierto).
Y la fecha literal (anual), ahora es simbólica (una sola vez).
La fecha de la Pascua AHORA es simbólica
He 10:3,10: «Empero en estos sacrificios cada año se hace conmemoración de los pecados. … En la cual voluntad somos santificados por la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una sola vez.»
La Cena del Señor toma el lugar de la Pascua. La Pascua concluye para siempre:
“Al establecer el servicio sacramental para que tomara el lugar de la pascua, Cristo dejó para su iglesia un monumento conmemorativo de su gran sacrificio por el hombre. “Haced esto—dijo él—en memoria de mí”. Este era el punto de transición entre dos dispensaciones y sus dos grandes fiestas. La una había de concluir para siempre; la otra, que él acababa de establecer, había de tomar su lugar, y continuar durante todo el tiempo como el monumento conmemorativo de su muerte.—The Review and Herald, 22 de junio de 1897.
Es un error pensar que la Cena del Señor es una continuación de la Pascua y debemos celebrarlas anualmente en la misma fecha de la Pascua judía:
Mientras estábamos frente a los emblemas de nuestro Señor moribundo, y estábamos por conmemorar sus sufrimientos, este hermano se levantó y declaró que él no creía en lo que estábamos por hacer; que la Cena del Señor era una continuación de la Pascua, y que debía celebrarse sólo una vez al año.
Esta extraña diferencia de opinión me causó mucha pesadumbre, pues vi que se presentaban como verdades muchos errores. Me pareció que con ello Dios quedaba deshonrado. Mi ánimo se apenó grandemente y me desmayé bajo el pesar. Algunos me creyeron moribunda. Los Hnos. Bates, Chamberlain, Gurney, Edson y mi esposo oraron por mí. El Señor escuchó las oraciones de sus siervos y reviví.
Entonces me iluminó la luz del cielo y pronto perdí de vista las cosas de la tierra. Mi ángel guiador me hizo ver algunos de los errores profesados por los concurrentes a la reunión, y también me presentó la verdad en contraste con sus errores. Los criterios discordes, que a ellos les parecían conformes con las Escrituras, eran tan sólo su opinión personal acerca de las enseñanzas bíblicas, y se me ordenó decirles que debían abandonar sus errores y unirse en torno a las verdades del mensaje del tercer ángel. NBEW 121.2-NBEW 121.4
Ya no tenemos necesidad de celebrar la Pascua:
Durante la última pascua que el Señor celebró con sus discípulos, instituyó la cena del Señor en lugar de la pascua, para que se observara como recordativo de su muerte. Ya no tendrían más necesidad de la pascua, porque él, el gran Cordero representado, estaba listo para ser sacrificado por los pecados del mundo. En la muerte de Cristo la figura se encontró con la realidad.—The Youth’s Instructor, mayo de 1873.