Hch 20:30: «Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas, para llevar discípulos tras sí.»
?Después de haber rechazado el evangelio, los judíos siguieron conservando ansiosamente sus antiguos ritos, y guardaron intacto su exclusivismo nacional, mientras que ellos mismos no podían menos que confesar que la presencia de Dios ya no se manifestaba más entre ellos. CS 376.1
El espíritu judaizante y orgulloso de sus ritos y ceremonias que clamó por la muerte del que nunca tuvo maldad, ni hubo engaño en su boca (Is 53:9), sigue hoy presente dentro de la cristiandad que no acepta la sencillez del evangelio. Que sigue observando y enseñando a otros a celebrar las fiestas de los judíos.
Esto es una clara manifestación que el velo sigue obcecando a sus mentes, que el Espíritu de Dios no se encuentra con ellos. Satanás ha ideado una trampa mortal para aquellos que hacen de sus obras y de su propia sabiduría el fundamento de su justificación, haciéndoles creer que por sus grandes dotes que exhiben a otros por medio de sus elocuentes argumentos serán contados entre los redimidos. La única salvaguarda será una verdadera conversión, entonces el velo caerá y sus ojos verán la promesa de gloria.
2Co 3:13-14,16: «Y no como Moisés, que ponía un velo sobre su faz, para que los hijos de Israel no pusiesen los ojos en el fin de lo que había de ser abolido. Empero los sentidos de ellos se embotaron; porque hasta el día de hoy les queda el mismo velo no descubierto en la lección del antiguo testamento, el cual por Cristo es quitado. … Mas cuando se convirtieren al Señor, el velo se quitará.»
Gracias a la antorcha profética más segura que ilumina en lugar oscuro, hemos sido advertidos que los engaños de los judíos nos afligirán en estos últimos días.
2P 2:1 NVI’17: «En el pueblo judío hubo falsos profetas, y también entre vosotros habrá falsos maestros que encubiertamente introducirán herejías destructivas, al extremo de negar al mismo Señor que los rescató. Esto les traerá una pronta destrucción.»
2P 2:2 RVA’1602: «Y muchos seguirán sus disoluciones, por los cuales el camino de la verdad será blasfemado.»
? Nunca, nunca hubo un tiempo cuando la verdad haya sufrido más al ser tergiversada, disminuida, desmerecida por medio de hombres perversos y contenciosos, como en estos últimos días. Hombres se han presentado con su conjunto heterogéneo de herejías que presentan a la gente como oráculos. La gente queda cautivada con algo extraño, nuevo, y no tiene una sabia experiencia para discernir el carácter de las ideas que los hombres pueden forjar como si fueran importantes. Pero pretender que eso es algo de gran magnitud y unirlo con los oráculos de Dios, no lo convierte en verdad. ¡Oh, qué reproche es éste para las bajas normas de piedad de las iglesias! Hombres que quieren presentar algo original, promoverán cosas nuevas y extrañas, y sin un debido examen se apoyarán en esas teorías endebles que han sido entretejidas como una preciosa teoría, y la presentarán como una cuestión de vida o muerte… (Carta 136a, 1898).
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Alcemos los ojos a Jesús colgado en la cruz del Calvario, quien ha muerto por nuestros pecados dándose como en propia ofrenda como el Cordero inmolado; el cual ha resucitado entre los muertos para ser salvos por su vida (Rom 5:10). No hay más ceremonia por hacer para acercarnos al Padre, Cristo vivo nos pastorea por la gracia de sus méritos ante la presencia del Altísimo y Santo Dios.
Gracias Hermano.