Aquí el video explicativo de esta verdad en video:
Introducción
Hoy estudiaremos la reforma del verdadero sábado de la Última Generación. Queremos cerrar el tema que hemos estado abordando durante los últimos sábados acerca de la ley, el sábado, su significado en el cielo, en el Edén y en la historia bíblica, así como su significado profético. Hoy nos centraremos en la profecía que nos habla del verdadero sábado, la reforma de ese verdadero sábado, profetizada para la Última Generación.
Creemos que estamos viviendo en el último tiempo. ¿O no creemos que estamos en la Última Generación? ¿No creemos que la venida de Jesús es inminente en esta generación?
Estudio de la Profecía en Isaías
Vamos a estudiar lo que la profecía nos dice para esta Última Generación. En el libro de Isaías, abordaremos varios versículos, comenzando con Isaías 56:1 y 2:
«Así dijo Jehová: Guardar derecho y hacer justicia, porque cercana está mi salvación para venir y mi justicia para manifestarse. Bienaventurado el hombre que esto hiciere y el hijo del hombre que esto abrazare; que guarda el sábado de profanar y que guarda su mano de hacer todo mal.»
Aquí hay una profecía que habla de la bienaventuranza de la obediencia y de la justicia. Enfatiza especialmente a quien guarda el sábado de profanar, lo que indica que hay una bendición especial. Dios siempre ha tenido promesas especiales para los que son obedientes a su ley y a sus mandamientos.
El sábado es como el corazón de la ley.
La Inclusión de los Extranjeros
En el versículo 6 y 7, se menciona que esta misma verdad del sábado también se aplica a los que no son judíos.
Isaías 56:3 dice:
«Y el hijo del extranjero que se uniere a Jehová, no hable diciendo: ‘Apartará Jehová totalmente de su pueblo’; ni diga el eunuco: ‘Yo soy árbol seco’.»
No debe pensar el extranjero que se une al Dios verdadero que está apartado.
El versículo 6 dice:
«A los hijos de los extranjeros que se lleguen a Jehová para administrarle y que amen el nombre de Jehová, para ser sus siervos, a todos los que guarden el sábado de profanar y abracen mi pacto, yo los llevaré al monte de mi santidad y los recrearé en mi casa de oración. Sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar, porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.»
Esta profecía es interesante. Isaías comienza hablando del pueblo del sábado, pero luego enfatiza que no solo los extranjeros que no son judíos quedan fuera del sábado o de Jehová. Si ellos también se unen a Jehová, profanan el sábado y abrazan su pacto, ¿cuál es la promesa para esos extranjeros? Los llevaré al monte de mi santidad, y sus sacrificios serán aceptos. Mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.
Cumplimiento de la Profecía
¿A partir de cuándo se cumple esto? A partir de la expresión «casa de oración». ¿Dónde y cuándo la han escuchado antes? Cuando Jesús fue al templo. ¿Qué hizo allí? Sacó a los cambistas que estaban profanando el templo y les dijo que habían convertido la casa de su padre en una cueva de ladrones.
Él dijo:
«Mi casa es casa de oración para todos los pueblos.»
No solo para los judíos, sino para todos los pueblos: judíos, griegos, romanos, españoles, catalanes, venezolanos, brasileños, ecuatorianos y todos los que están conectados.
La casa es para todos los pueblos, el pacto es para todos los pueblos, y el sábado es para todos los pueblos.
Alguien podría argumentar que esto no se aplica a nuestro tiempo. Sin embargo, ya hemos mostrado que el versículo 7 es lo que Jesús dice cuando saca a los cambistas. No solo es para el tiempo en que estaba Jesús antes de la cruz, sino también para después de la cruz.
El versículo 8 dice:
«El Señor Jehová, el que junta a los echados de Israel, aún juntaré sobre él sus congregados.»
¿Qué significa el versículo 8?
Este versículo dice que el que junta a los echados, según mi versión; otras versiones dicen «los dispersos de Israel».
¿Quiénes son los dispersos de Israel?
¿Quiénes son los gentiles?
Somos los gentiles.
¿Cómo lo sabemos?
Jesús, se acuerdan de lo que Jesús dijo.
Instrucciones de Jesús
Jesús le dijo a los discípulos en Mateo capítulo 10:
«No vayáis en camino de gentiles, ni en camino de samaritano, sino id a las ovejas de Israel, a las ovejas perdidas de la casa de Israel.»
Encuentro con la Mujer Sirofenicia
Pero cuando vino la mujer Sirofenicia, ¿qué fue lo que le dijo Jesús?
«No está bien tomar el pan de los hijos y dárselo a los perrillos.»
O sea, le dijo que ella era prácticamente una perra.
Pero ella no se ofendió; al contrario, dijo:
«Bueno, Señor, pero aún los perritos comen las migajas que caen de la mesa.»
Entonces, ¿qué está diciendo allí?
Ella merecía, aunque fuera como un perro, las migajas.
Y Jesús le dijo:
«Oh mujer, ¡qué grande es tu fe!»
Era una prueba, porque Jesús realmente no la consideraba así.
Él estaba diciendo lo que los fariseos decían, porque para ellos los gentiles eran considerados como perros.
La Visión de Pedro
En la visión de Pedro, los gentiles eran vistos como animales inmundos: cochinos, reptiles, serpientes, perros.
Para la concepción farisaica, pero no para Dios.
La mujer, cuando Jesús le dijo esto, no era porque realmente era una perra, sino porque así lo decían los judíos.
Ella era, más bien, una de las ovejas perdidas de Israel.
La Gran Comisión
Cuando Jesús muere y resucita, ¿cuál fue la orden que les dio en la Gran Comisión?
«Id por todo el mundo, id a todas las naciones, a todos los gentiles, predicad el evangelio, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.»
O sea, que ellos también iban a ser parte.
Más aún, Apocalipsis lo dice:
Cuando habla de Babilonia, dice: «Salid de ella».
¿Cómo le dice el Señor?
«¡Pueblo mío!»
Profecía de Dispersión
Entonces, este versículo, cuando dice «el que junta a los dispersos de Israel», está hablando de todos los que son hijos de Dios que estaban dispersos, que estaban fuera de Jerusalén, que estaban en Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.
Por eso este versículo 8 nos está diciendo que toda esta profecía alcanza no solamente hasta cuando Jesús purifica el templo, sino inclusive cuando los discípulos van.
Llamado de los Extranjeros
Por tanto, los hijos de los extranjeros también tenían el llamado de abrazar el sábado, de abrazar el pacto, el pacto eterno.
Entonces, fíjense cómo vamos.
El Sábado en Isaías
Ahora, el sábado, ya sabemos nosotros, según el mismo Isaías.
No hemos salido de Isaías; vamos ahora al capítulo 8.
En Isaías capítulo 8, versículo 16, dice:
«El testimonio séala ley entre mis discípulos.»
O sea, aquí se menciona que en la ley está el sello de Dios.
Lo mismo dice Éxodo 31: «Señal es entre mí y vosotros la observancia del sábado.»
Ya lo hemos estudiado.
Ezequiel 20:20 dice lo mismo:
«El sábado es señal entre Dios y su pueblo.»
Sello del Sábado
Entonces, Isaías 8 nos dice también sobre la obra de sellamiento que iba a haber entre sus discípulos.
Ahora, ¿por qué el sábado es un sello?
¿Por qué se le dice que el sábado es un sello?
¿Nos diferenciará?
Sí, es una señal.
¿Y nos diferencia?
Pero, ¿por qué?
Cuando hablamos de un sello, ¿qué tiene un sello?
Tiene el nombre del propietario.
¿Qué más tiene un sello?
Bueno, tiene una fecha, ¿no?
El número de la empresa donde está registrada.
Y qué más tiene:
nombre, número de registro.
¿Qué más tiene?
Dirección, sería la jurisdicción.
¿Y otra cosa más que nos está faltando, además del nombre?
A qué se dedica la empresa, ¿sí o no?
O sea, una empresa tiene que dedicarse a algo, porque hay diversidad de empresas.
Entonces, tiene el nombre, el cargo o la ocupación y tiene también la jurisdicción.
Sellos Antiguos
Estamos hablando de los sellos modernos, pero desde la época de Isaías, imagínense, eran más simples los sellos, sobre todo los sellos reales.
Los sellos tenían tres cosas: el nombre del rey, su cargo, que era el rey, y decía el país.
Por ejemplo, «Rey de Israel.»
Tres elementos: nombre, título o cargo y la jurisdicción.
Si venía la reina de Saba, no está el nombre, pero el nombre que fuese: «Reina de Saba» o «rey de los filisteos», tenía el nombre del rey o «rey de Israel» o «rey de Judá».
O sea, tiene el nombre, el título y la jurisdicción.
Ese es el sello real.
El Sábado como Sello
Entonces, el sábado tiene, o mejor dicho, en la ley que estamos leyendo, Isaías 8:16, en la ley, el mandamiento que trae nombre, jurisdicción y, perdón, nombre, título o cargo y jurisdicción es el cuarto mandamiento.
Porque en la ley es el único mandamiento que lo trae.
Sí, ¿cuál es el único mandamiento?
El sábado.
Elementos del Sello
Bienvenidos, hermano Manu, Yeni, Ana, Lorena, Gilda y Yoli.
En Éxodo, justo en el versículo que dice la hermana Yoli, encontramos esos elementos en el cuarto mandamiento.
Capítulo 20, el versículo 11.
El mandamiento del sábado está desde el versículo 8 hasta el versículo 11:
«Acuérdate del Día de reposo para santificarlo.» (versículo 8)
«Seis días trabajarás y harás toda tu obra.» (versículo 9)
«El séptimo día será reposo para Jehová tu Dios.» (versículo 10)
«No hagas en él obra alguna, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.» (versículo 10)
En el versículo 11 están las tres características del sello:
«Porque en seis días Jehová…»
¿Cuál es el nombre? Jehová.
¿Cuál es el cargo? Creador.
¿Por qué hizo? La jurisdicción: los cielos, la tierra, el mar y todas las cosas que en ellos hay.
Por eso es el sello, porque tiene aquí, en el versículo 11, o el cuarto mandamiento, tiene los tres elementos:
el nombre, Jehová; el cargo, el título, Creador; y la jurisdicción de su reino: es todo lo creado, los cielos, la tierra, el mar y todo lo que está en esas cosas.
Todo lo que está en el cielo, todo lo que está en la tierra y todo lo que está en el mar. Él es el rey.
Entonces, ese es el sello.
Ese es el sello del que hablamos en Isaías 8:12.
Rival del Sábado
Ahora, algo interesante aquí para analizar.
Eso sería básicamente, aquí tenemos el verdadero sábado y el verdadero sello.
¿Por qué decimos hacemos el énfasis de verdadero?
Bueno, porque se ha levantado un rival al sábado.
El hombre de pecado levantó un falso sábado.
A este falso sábado le llaman ahora «sábado cristiano», y a este sábado de los mandamientos le dicen «sábado judío».
Él estableció esos títulos, los popularizó y los impuso por más de 260 años.
Ahora, en la mente del colectivo en general, se conoce así:
«El sábado judío.»
Cuando hablamos de esto, dicen:
«Ah, es el sábado judío, el sábado de los judíos.»
Pero yo no soy judío, soy cristiano.
Entonces, ¿cuál es el sábado cristiano?
Dicen ellos que es el domingo.
Y se levantó un falso sábado.
Comparación de Sábados – Análisis del Verdadero y Falso Sábado
Ahora, analicemos rápidamente lo que hemos hablado acerca del verdadero sábado y el falso sábado. El verdadero sábado ya lo leímos aquí en el mandamiento: ¿qué día de la semana es? El séptimo. El día séptimo de la semana es un día de reposo.
Razón del Día de Reposo
La razón de este día como reposo es porque Jehová. Pero aquí, ¿quién es Jehová? Jehová creó. Cuando dice: «Porque seis días hizo Jehová los cielos y la tierra», ¿quién fue ese Jehová que creó? Jesús. Recordemos los versículos: Juan 1:3 dice: «Todo lo hizo». ¿Quién? El Verbo. Colosenses 1:15-16 dice que todo fue creado por medio de Él y para Él. Hebreos 11:10 dice que el Padre está hablando y dice: «Y tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra».
Creación y el Papel de Jesús
¿Son obras de tus manos? Entonces, ¿quién fue el que con sus manos creó todo? El Hijo. Pero, pregunta para que no quede confusión: ¿el Hijo lo hizo por su cuenta? ¿De repente el Padre vio: «Ay, mira lo que está haciendo Jesús; ni me había enterado»? Así fue lo que ocurrió. Entonces, ¿cómo ocurrió? Todo lo que Jesús hizo lo hizo porque su Padre lo mandó. Ahí el Creador, o sea, todo fue creado como lo dice textualmente Colosenses: todo lo creó el Padre por medio de su Hijo. Eso es lo que dice la Escritura, eso es lo que dice el mandamiento.
El Sello del Poder de Dios
En base a eso, dice el versículo 11: «Como Jehová reposó el séptimo día después que creó todo, lo bendijo y lo santificó». Entonces, quedó eso como el sello o señal del poder de Dios en Cristo, el poder creador de Cristo.
Argumentos del Sábado Papal
Ahora, ¿qué dice? ¿Cuáles son los argumentos del sábado papal? El falso sábado, que es el domingo. Primero, fíjese que el mandamiento dice: «Acuérdate del día sábado para santificarlo» o «del día de reposo». ¿Cómo dice el mandamiento del catecismo? «Santificarás la fiesta». Entonces, en lugar de decir «acuérdate del día de reposo», dice «santifica las fiestas». Ni siquiera el mandamiento del papado habla directamente del sábado, sino de las fiestas.
Las Fiestas Católicas
Tampoco habla del domingo. Exacto, ni de sábado ni domingo, sino de fiestas. Obviamente, la principal fiesta de los católicos es el domingo, pero el mandamiento lo deja bien claro para que no haya dudas. Además del domingo, hay que santificar las otras fiestas. ¿Cuáles son las fiestas católicas que se guardan?
Ejemplos de Fiestas
¿Cuáles son las fiestas? La Pascua. No, la Semana Santa. Las fiestas católicas, ¿cuáles son? La Semana Santa es una fiesta católica, sí. Bueno, la más conocida es la Semana Santa. Navidad es otra. ¿Qué otra? La Ascensión de la Virgen. La Asunción de María. Ellos mismos hacen una diferencia, que no es lo mismo Ascensión que Asunción.
Celebraciones en Tradición Católica
Básicamente, los que vivimos en España y en los países de tradición católica sabemos que la mayoría de los días feriados son fiestas católicas. Cuando dan un día feriado, son fiestas. El Día de la Madre y el Día del Padre también. Sí, el Día de la Madre y el Día del Padre también son fiestas porque el Día del Padre lo conocen en honor a José, que es el santo de José, y el Día de la Madre, de María.
Otras Celebraciones
Luego, todas las fiestas que son de los pueblos, como la fiesta de la Cinta, que era una virgen. Entonces, todas son fiestas católicas. Y también los santos. Pasaríamos horas, Si hacemos una lista y enumeramos todas las fiestas, hay un santo por día. No son fiestas. Estamos hablando de fiestas que son declaradas como días feriados.
Otros Ejemplos
Esas son las fiestas que, según los católicos, según el catecismo, hay que santificar. La persona que lleva el nombre de un santo dice: «Hoy es mi día, hoy es mi día». Esa ya es una celebración personal, pero las que habla el catecismo son las que deben ser feriados para toda la nación.
Celebraciones en México
Muy bien, como dice la hermana Briz, el Día de los Muertos también en México. Eso también, la Santa Muerte, creo que le llaman. Aquí se llama el Día de Todos los Santos. Correcto, correcto.
Señal y Sello
Sí, señal y sello son lo mismo. Como pregunta aquí el hermano Manuel Romero: «¿Señal y sello son sinónimos?». Porque la señal y el sello son visibles. ¿Qué es lo que hace cuando se dice «señal»? Porque se dice «lo que hago es señal», porque señala. Tiene que ser visible. El sello, cuando queda la obra del sello, también es visible. Cuando sellas un documento y quitas el sello, se queda la señal. Digamos que, si queremos ser bien puristas, la señal es lo que queda después de haber puesto el sello.
Relación entre Señal y Sello
Pero están relacionados. El sello porta la marca de Dios. Sí. Bueno, entonces ya estamos viendo cuáles son las fiestas católicas. Estamos viendo el mandamiento católico para ellos.
Conclusión sobre el Sábado Papal
En sí, si nos concentramos en cuanto al sábado papal, el falso sábado, ellos no celebran el séptimo día, sino el primer día. Correcto. Inclusive para los católicos, la observancia del domingo no es como la observancia del sábado, porque la observancia del sábado tiene bastantes cosas que, digamos, no deberíamos hacer. Pero la observancia del domingo es más laxa, es menos estricta.
El Reposo del Domingo
¿Qué otra cosa? Para el mandamiento, el verdadero sábado, el reposo es para Jehová. El reposo del domingo, ¿para quién es? Es para Jehová. No, para el sol. Para el Dios sol. No, el día, como decía Constantino: «Descansen todos en el venerable día del sol». Pero ellos no le llaman sol. Los católicos no le llaman sol a su Dios, ¿cómo le llaman? La Santísima Trinidad. Entonces, para ellos, el reposo del domingo es para la Santísima Trinidad.
Ahora, el sello dice que Jehová creó, según el papado, la Santísima Trinidad. ¿Creó o no creó? Sí, pero para los católicos no. Acuérdense de una noticia… Bueno, quizás los que son más jóvenes no se acordarán, los que nacieron en el 2000 para acá no se acordarán, pero en 1995 el entonces Papa declaró que Dios creó todo, por medio de la evolución. Ellos no creen en la creación.
La Perspectiva Católica
De hecho, los católicos, si usted busca una Biblia católica, verán que los comentarios sobre Génesis, capítulo uno hasta el capítulo 11, son leyendas y fábulas. Para ellos, no es literal. Lo que es literal empieza a partir de Abraham en adelante. Todo lo que es Génesis 1, 2, 3, y todo eso, que Dios creó en seis días, no; eso es fábula. Que Adán y Eva es fábula, que el árbol prohibido es fábula, que el diluvio, eso es fábula, que la torre de Babel, son fábulas y leyendas que pueden entender para estar en consonancia con la ciencia.
Las Leyendas y la Ciencia
Pero, ¿por qué la torre de Babel y el diluvio? Bueno, porque según cuando se formaron esas teorías en el papado, esa pregunta, para los que no escucharon por micrófono, ¿por qué Génesis 4 en adelante también es fábula? Porque, digamos, la ciencia no tenía, entre comillas, evidencias arqueológicas. Por ejemplo, de la torre de Babel, que es Génesis 11, del diluvio, también es algo que los científicos evolucionistas no quieren creer. En Génesis, capítulo 9 y capítulo 10, no hay evidencias, solo leyendas.
Fíjense, hay demasiadas leyendas del diluvio para decir que son leyendas. La hebrea en su concepto es otra leyenda del diluvio, pero no es nuestra intención defenderlo. Que lo defiendan ellos. Nosotros creemos que lo que dice Génesis 1, 2, 3, 4, 5, 6, eso es literal.
La Literalidad de la Creación
La pregunta hay que hacérsela a ellos, no a mí. Yo no soy predicador católico. Hay que preguntárselo a ellos por qué no creen en la literalidad de estas cosas. Pero eso lo muestro y usted lo puede buscar en la Biblia para que me diga cuál es el trasfondo. El trasfondo es que ellos no ven argumentos. Comparan todas esas historias como leyendas, así como la leyenda que tenían los cananeos. Ponen al mismo nivel las historias bíblicas de Génesis 1 hasta el 10, las comparan con las leyendas de otros pueblos porque ellos creen en la evolución.
La Mezcla de Ciencia y Religión
Básicamente, realmente lo que creen es que todo esto rechaza la creación. Quieren congraciarse con la ciencia. Quieren presentar, acuérdense que, de hecho, yo estuve presente, ya yo era adventista, cuando ocurrió esa proclamación del Papa Juan Pablo II. Justamente, entre las primeras cosas que dijo fue que pidió perdón a la ciencia y especialmente a Galileo.
Acuérdense que Galileo fue llevado a la Inquisición. Claro, había acusaciones sobre la Iglesia Católica, que era una iglesia anticientífica y que quemaba la ciencia. No era una iglesia intelectual. Entonces, para quitarse esa acusación de encima, hicieron eso: pidieron perdón por lo que hicieron cuando quemaron a los científicos y proclamaron: ahora creemos en la evolución.
La Creación y la Evolución
El punto es que ellos no creen que Jehová Dios creó todo en seis días. Básicamente, eso es lo que queremos mostrar. Ellos creen que la Santísima Trinidad usó la evolución, en palabras literales de Juan Pablo II, para traer la existencia de la vida a los cielos, a la Tierra y al mar.
Entonces, ellos sí argumentan que Dios lo creó todo y colocó el séptimo día. Ellos tratan de hacer una mezcla entre la ciencia y la religión. El sábado, según su historia del Génesis, es el sábado judío, pero ellos no lo guardan. Han colocado, y eso lo dicen claramente en el catecismo, que han transferido todo lo que le correspondía al sábado, ahora se lo aplican al domingo.
El Domingo y el Sábado
Así lo dice el catecismo. Por lo tanto, lo que dicen es tener autoridad para cambiarlo… Entonces, ¿por qué? Porque ustedes escucharán a este famoso predicador católico, Luis Toro. Los argumentos que da Luis Toro son argumentos evangélicos, no son argumentos católicos. Los católicos que son fieles al catecismo reconocen y confiesan sin miedo: “Nosotros, bueno, el Papa transfirió todo lo que le correspondía al sábado, se lo aplica ahora al domingo”. Así lo dice el catecismo.
La Autoridad de la Iglesia
Así que, lo que yo di autoridad para cambiarlo… Entonces, lo digo porque ustedes escucharán a este famoso predicador católico, Luis Toro. Los argumentos que da Luis Toro son argumentos evangélicos, no son argumentos católicos. Los católicos, digamos, los que siguen la línea de lo que dice el catecismo católico, esos argumentos no aparecen en el catecismo católico. Son argumentos de los protestantes.
Los católicos claramente dicen: “Tenemos la autoridad”. De hecho, siempre les cuento sobre un compañero que tuve en la universidad cuando estudiaba física y juntos comenzamos a descubrir estas cosas o a escuchar estos argumentos acerca del sábado. Su respuesta fue que le fue a preguntar al cura de su parroquia, y él trajo la respuesta, y se quedó con esa respuesta hasta el sol de hoy.
La Respuesta del Cura
¿Cuál fue la respuesta? “Nosotros, la Iglesia Católica, somos la esposa de Cristo, y como somos la esposa, tenemos la autoridad para cambiar. Hemos cambiado la solemnidad del sábado del séptimo día al domingo, y ya está”. Esa fue su respuesta, y así se quedó. Han pasado casi 30 años y él no ha cambiado.
Esa es la respuesta correcta, digamos. Esa es la respuesta correcta de un católico. No es de la Biblia, pero un verdadero católico te va a decir eso. Cualquier otro argumento son argumentos protestantes.
El Domingo como Marca de la Bestia
Por eso es que ya hemos dicho que el domingo en qué consiste, entonces, por eso es que el domingo es la marca de la bestia. Ellos reconocen que ese día está establecido por la autoridad de la Iglesia Católica, no por Jesucristo, porque no hay un solo versículo donde Jesucristo haya dicho: “Yo bendigo el domingo, anulo el sábado y bendigo el domingo”. No existe.
Entonces, ¿en qué autoridad está la santificación del domingo? Bueno, del Papa. Por eso es que la marca de la bestia, y con eso, ¿qué hizo? Quitó el sello de la ley. Quitó el sello de la ley cuando cambió el día, porque el sello, según estamos estudiando, hemos leído en el mandamiento, el sábado es un sello. Pero es el séptimo día. Cuando se cambia el sábado por el domingo, quitó el sello de la ley.
Ya por eso es que la ley del catecismo no sella para Dios. Lo que puede hacer es marcar para la bestia, que es lo que dice Apocalipsis.
Isaías 58 y la Reforma del Sábado
Ahora, volviendo a Isaías, en el capítulo 58 se nos habla de la reforma de la verdad del sábado. En Isaías 58 está la profecía que nos habla de la reforma del verdadero sábado. El verdadero sábado es la santificación del séptimo día de la semana como reposo para el Creador, que es el Padre, por medio de su Hijo. Solamente ellos dos. Ese es el sello. Ese es el verdadero sábado.
El falso sábado es la santificación del primer día de la semana para la Santísima Trinidad, que creó todo por la evolución y le dio la autoridad al papa para cambiar el día de sábado al domingo. Esa es el falso sábado.
Isaías 58: Denuncia del Pecado del Pueblo
¿Qué dice Isaías 58? En los versículos 1 y 2 dice:
“Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, anuncia a mi pueblo su rebelión y a la casa de Jacob su pecado. Que me buscan cada día y quieren saber mis caminos, como gente que hubiese obrado justicia y que no hubiese dejado el derecho de su Dios; me piden derechos de justicia y quieren acercarse a su Dios.”
La Continuidad de Isaías 56
¿Qué vemos aquí? Aquí está hablando de la denuncia del pecado sobre el pueblo. Acuérdense que comenzamos con Isaías 56, donde se habla del tiempo de Jesús, antes de la cruz, y de los discípulos después de la cruz. Eso fue lo que vimos en Isaías 56.
Isaías 58: Llamado a los Cristianos
Ahora, Isaías 58 nos habla de un momento en la misma línea profética, pero de una obra de denuncia del pecado sobre el pueblo. ¿Quién es el pueblo aquí? Si el versículo 8 del capítulo 26 se refiere a la iglesia de los apóstoles, que reunía a los creyentes en torno al sábado y al verdadero Dios, entonces el pueblo mencionado en Isaías 58 es el pueblo cristiano.
En Isaías 58:1-2, que ya leímos, dice:
“Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, anuncia a mi pueblo su rebelión y a la casa de Jacob su pecado.”
¿Quién es ese pueblo? ¿Quién es esa casa de Jacob? No son los judíos literales, sino los cristianos, los que se han olvidado del camino. No estamos hablando de lo que el mundo llama cristianos, sino de todos aquellos que profesan creer en Cristo, aunque están en pecado y rebelión.
La Apostasía Cristiana en la Biblia
¿Dónde dice la Biblia que los cristianos iban a apostatar y volverse rebeldes? En 2 Tesalonicenses 2, Pablo escribió que Jesús no vendrá sin que primero venga la apostasía y después el hombre de pecado.
Isaías 58 está hablando justamente de ese pueblo cristiano que apostató y se fue tras el hombre de pecado. Aun así, buscan a Dios y quieren saber sus caminos como si hubiesen obrado justicia.
El Ayuno Verdadero y la Restauración
Todo el capítulo 58 habla del cristianismo que apostató. El versículo 3 menciona que claman y dicen:
“¿Por qué ayunamos y no hiciste caso? Humillamos nuestras almas y no te diste por entendido.”
Dios explica el verdadero ayuno y dice que si hacemos esa obra, el versículo 12 declara:
“Los tuyos edificarán los desiertos antiguos; los cimientos de generación en generación levantarás, y serás llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar.”
La Restauración del Sábado
Isaías profetiza una obra de reedificación y restauración, pero ¿de qué específicamente? Del sábado. Si se habla de reparar, hay que preguntarse quién dañó el sábado. Fue el papado, como se menciona en Daniel 7:25, cuando se dice que cambiaría los tiempos y la ley.
Durante más de 1260 años, el sábado estuvo oculto, destruido. Los pocos que lo observaban y predicaban fueron perseguidos por el papado, incluso quemados vivos. Pero aquí se habla de una obra de restauración del sábado bíblico, no del sábado papal.
Los Pioneros del Movimiento de Restauración
¿Quiénes comenzaron esta obra de reparación del sábado en el mundo cristiano? Los pioneros. Apocalipsis 14:6-7 profetiza esta obra:
“Vi a otro ángel volar por en medio del cielo, que tenía el evangelio eterno para predicar a los que moran en la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado. Y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.”
Esta expresión de «adorad al que hizo» se parece mucho al cuarto mandamiento, que señala al Creador. No puedes hablar del Creador sin hablar del día que lo señala: el sábado.
El Mensaje del Primer Ángel
Entonces, el mensaje del primer ángel, que sabemos que se comenzó a dar desde 1840, antes, en 1833, comenzó a proclamarse. El mensaje del primer ángel se extendió hasta 1848. Todo ese período está hablando de qué, de esta profecía de Isaías sobre la restauración. La iglesia adventista, a través de los pioneros, fue la que comenzó esa obra de restauración de las verdades. Es tan cierto que en Apocalipsis 14, el mensaje del tercer ángel es el que cierra todo ese ciclo.
El Mensaje del Tercer Ángel
Primero viene el primer ángel, luego el segundo, y el mensaje del tercer ángel nos dice en el versículo 11 el resultado de esa obra: «Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios» (Apoc. 14:12). O sea, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. Eso significa que se logró restaurar, porque está diciendo que estas personas, después de recibir el mensaje de los tres ángeles, comienzan a guardar los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. Es decir, se logró esa obra de restauración.
Continuación de la Obra de Restauración
Ahora bien, esa obra no ha terminado. La obra que Dios comenzó con los pioneros no ha finalizado. Esa es la obra que nosotros debemos continuar. ¿Quiénes somos nosotros? Somos los llamados por Dios para continuar la labor que ellos iniciaron.
El Mensaje del Cuarto Ángel
Ya lo hemos mencionado en otras ocasiones, pero no lo voy a leer para no alargarlo más. Sabemos que, cuando leemos el mensaje del otro ángel que desciende del cielo, el mensaje del cuarto ángel, este dice: «Ha caído Babilonia». Ese mensaje no es nuevo; es una repetición del mensaje del segundo ángel, que también dice: «Ha caído Babilonia». Por lo tanto, el mensaje del cuarto ángel es una repetición, no una innovación, del mensaje que proclamaron los pioneros (Apoc. 18).
Nuestra Labor Hoy
Entonces, nuestra labor es repetir y continuar la obra que ellos hicieron. Los pioneros, como Elena de White y los adventistas de esa época, murieron y están descansando, pero no terminaron la labor. Ahora nos toca a nosotros continuar lo que ellos comenzaron. Eso es lo que Dios nos ha llamado a hacer.
Estudio Basado en el Conflicto de los Siglos
Quiero leer algo importante. Este estudio está basado en el capítulo del «Conflicto de los Siglos» titulado «Una Obra de Reforma». Todo lo que hemos estudiado, como Isaías 56, Isaías 8 e Isaías 58, está en ese capítulo. Hay más cosas que no nos dará tiempo de mencionar, por lo que les recomiendo que lo lean para completar la idea.
El Mensaje del Sábado y el Chasco
Cuando se presentó la obra de reforma del sábado a los adventistas que habían predicado el mensaje del primer y segundo ángel, y Jesús no vino en 1844, se les presentó luego el mensaje del sábado, pero una gran mayoría no lo aceptó. Miren lo que ella dice al respecto:
«La historia del antiguo Israel es un ejemplo patente de lo que experimentaron los adventistas. Dios dirigió a su pueblo en el movimiento adventista, así como sacó a los israelitas de Egipto. Cuando ocurrió el gran desengaño, su fe fue probada, al igual que la de los hebreos cerca del Mar Rojo».
Es decir, cuando vino el gran chasco, la fe de los adventistas fue probada de la misma manera que la de los judíos en el Mar Rojo.
La Oportunidad Perdida de 1848
“Si todos los que trabajaron unidos en la obra de 1844 hubiesen recibido el mensaje del tercer ángel (es decir, el mensaje del sábado) y lo hubiesen proclamado en el poder del Espíritu Santo, el Señor habría actuado poderosamente. Raudales de luz habrían sido derramados sobre el mundo, y años antes los habitantes de la tierra habrían sido advertidos. La obra final se habría completado y Cristo habría venido para redimir a su pueblo”.
¿En qué año habría venido Cristo? En 1848 o 1850, si todos hubiesen aceptado el mensaje. Pero la incredulidad, tanto entonces como hoy, ha impedido la entrada en la Canaán celestial.
Incredulidad ante el mensaje de 1888
Esta oportunidad se repitió en 1888. Dios envió un mensaje que pudo haber capacitado al pueblo para terminar la obra. Pero… se volvió a repetir la incredulidad. Todavía seguimos igual, ya no hablamos de años, han pasado décadas. Porque luego vino otra vez el mensaje, otro llamado de Dios, no solo en 1888, sino también en 1893 y 1897.
Tampoco en esos años hubo fe, también hubo incredulidad. Han pasado más de 127 años desde 1897, que fue la última vez que se presentó este mensaje. Es más, creo que hay una cita donde Elena de White habla de 1901 y lo que pudo haber ocurrido en el congreso de 1901, si se hubiesen confesado los pecados en aquel entonces.
¿Qué ha pasado?
Han pasado 120 años desde 1901, 123 años, ¿qué ha pasado? Hemos estado dando vueltas. ¿Por qué no se ha creído este mensaje? Este es el mensaje de la obra que profetiza Isaías. Isaías profetiza una reforma.
Isaías 58 y la reforma
Isaías 58 habla de una reforma, y he estado buscando otras citas que no les voy a presentar ahora, pero que he leído. Les recomiendo que coloquen en el buscador de Elena de White, que está en las aplicaciones, las palabras «reparador» y «portillos». Al buscarlas, encontrarán varias citas.
Isaías 58, versículo 12, menciona la obra que todavía debemos realizar de reforma. Hay cuatro obras principales:
- El sábado verdadero.
- La obra de la verdadera educación.
- La obra médico-misionera.
- La obra de beneficencia (el ministerio de la bondad).
Si colocan las palabras «reparador de portillos», encontrarán estas cuatro referencias. Se menciona el sábado, la educación, la obra médico-misionera y la beneficencia para los pobres.
La obra de beneficencia y la restauración
Cuando Isaías habla de «partir tu pan con el hambriento», se refiere a la obra de la beneficencia. Cuando menciona «el sábado», está hablando del verdadero día de reposo. Y cuando habla de «buscar al afligido», se refiere a la obra médico-misionera. Finalmente, cuando menciona «restaurar, edificar y reparar», está hablando de la obra de educación.
Esta es la obra que todavía tenemos que seguir haciendo, y el centro de todo es la predicación. La obra del sellamiento, el sello del verdadero sábado, el sábado como señal de que Jehová el Padre creó todo por medio de su Hijo en seis días, y el séptimo día descansó, lo bendijo y lo santificó.
Reflexiones sobre el mensaje
Esa es la labor que el Señor nos llama a hacer. Todos debemos preguntarnos:
- ¿Estamos haciendo esa labor?
- ¿Estamos predicando este mensaje?
Y una pregunta aún más profunda:
- ¿Estamos viviendo este mensaje?
- ¿Estamos guardando el séptimo día de la semana como reposo para el Dios verdadero, o estamos honrando en ese día a otro dios?
El ejemplo de los judíos
Los judíos, hasta el día de hoy, guardan el sábado, el séptimo día de la semana. ¿Por qué fueron desechados entonces? Porque rechazaron al Creador del sábado. Jesús mismo dijo: «Yo soy el Señor del sábado», y para ellos eso fue una blasfemia.
Por lo tanto, el sábado de ellos, aunque es el día correcto, no lo guardan para el verdadero Dios, y sigue siendo así. Además, hay muchas personas que están adorando a Dios en un día que no es el correcto.
¿Cómo estamos guardando el sábado?
Entonces, ¿qué estamos haciendo?
- ¿Estamos guardando el sábado como lo hizo Jesús y sus discípulos, o como lo hacían los fariseos?
Esa es la pregunta que debemos hacernos cada uno. Y otra pregunta más:
- ¿Estoy siendo un agente de reforma, reparación y restauración?
Reflexiones finales
Estas son preguntas para que reflexionemos hoy, y todos los días de la semana.
Finalmente, pregúntate:
- ¿Queremos ser esos reformadores de Isaías 58?
- ¿Queremos reparar y restaurar los cimientos antiguos y originales?