Principios de Interpretación de Miller

Al estudiar la Biblia, me han sido muy útiles los siguientes principios, y ahora los publico a petición especial.  Cada principio debería ser bien estudiado en conjunto con las referencias bíblicas, a fin de que el estudiante de la Biblia se beneficie de ellos.

Principio I

Cada palabra debe tener una relación apropiada con el tema presentado en la Biblia.

Evidencia: Mt. 5:18.

Principio II

Toda Escritura es necesaria, y puede ser comprendida por una dedicación y estudio diligentes.

Evidencia: 2 Ti. 3:15-17.

Principio III

Nada de lo que está revelado en la Escritura puede o será ocultado de aquellos que pidan con fe, no dudando.

Evidencia: Dt. 29:29; Mt. 10:26,27; 1 Co. 2:10; Fil. 3:15; Is. 14:11; Mt. 21:22; Jn. 14:13,14; 15:7; Stg. 1:5,6; 1 Jn. 5:13-15.

Principio IV

Para entender doctrina, reunid todos los textos acerca del tema que queréis conocer; luego dejad que cada palabra tenga su propio peso, y si podéis formular vuestra teoría sin contradicciones, no podéis estar en error.

Evidencia: Is. 35:8; Pr. 19:27; Lc. 24:27,44,45; Ro. 16:26; Stg. 5:19; 2 P. 1:19,29.

Principio V

La Escritura debe ser su propio expositor, ya que es ley a sí misma.  Si dependo de un maestro para que me la interprete, y él adivina acerca de su significado, o desea interpretar de cierta manera debido a su credo sectario, o para que los demás piensen que es sabio, entonces su adivinación, deseo, credo o sabiduría es mi regla, no la Biblia.

Evidencia: Sal. 19:7-11; 119:97-105; Mt. 23:8-10; 1 Co. 2:12-16; Ez. 34:18,19; Lc. 11:52; Mal. 2:7,8.

Principio VI

Dios ha revelado el futuro, por visiones, en símbolos y parábolas, y en esta forma las mismas cosas son a menudo reveladas una y otra vez, por diferentes visiones, o en diferentes símbolos y parábolas.  Si deseáis entenderlas, debéis combinarlas todas en una.

Evidencias: Sal. 89:19; Os. 12:10; Hab. 2:2; Hch. 2:17; 1 Co. 10:6; He. 9:9,24; Sal. 78:2; Mt. 13:13,34; Gn. 41:1-32; Dn. 2; 7 y 8; Hch. 10:9-16.

Principio VII

Las visiones siempre son mencionadas como tales.

Evidencia: 2 Co. 12:1.

Principio VIII

Los símbolos siempre tienen un significado figurativo, y son muy usados en profecía, para representar cosas, tiempos y eventos futuros; tales como montes representando gobiernos; bestias, representando reinos.  Aguas representando gente.  Lámpara, representando la Palabra de Dios.  Día, representando año.

Evidencia: Dan. 2:35,44; 7:8,17; Ap. 17:1,15; Sal. 119:105; Ez. 4:6.

Principio IX

Las parábolas son usadas como comparaciones para ilustrar ciertos asuntos, y deben ser explicadas en la misma forma como los símbolos por el tema y la Biblia.

Evidencia: Mr. 4:13.

Principio X

Los símbolos a veces tienen dos o más significados diferentes, como día es usado en un sentido figurativo para representar tres períodos diferentes de tiempo.  1. Indefinido. 2. Definido, un día por año.  3. Un día por mil años.  Si hacéis la combinación correcta armonizará con las Escrituras y tendrá sentido, de otra manera no será así.

Evidencia: Ecl. 7:14; Ez. 4:6; 2 P. 3:8.

Principio XI

Cómo saber cuando una palabra está siendo usada figurativamente.  Si tiene sentido en su significado natural, y no fuerza las simples leyes de la naturaleza, entonces debe ser entendida literalmente, si no, figurativamente.

Evidencia: Ap. 12:1,2; 17:3-7.

Principio XII

Para comprender el verdadero significado de los símbolos, haced un seguimiento de vuestra palabra simbólica a través de la Biblia, y donde encontréis que se explica, colocadlo en vuestro símbolo, y si tiene sentido no necesitáis buscar más, si no, buscad de nuevo.

Principio XIII

Para saber si tenemos el verdadero evento histórico para el cumplimiento de una profecía.  Si descubrís que cada palabra de la profecía (según las cuales se interpretan los símbolos) se cumplen literalmente, entonces tened por cierto que vuestra historia es el evento correcto.  Pero si una palabra carece de cumplimiento, entonces debéis buscar otro evento, o esperar su cumplimiento futuro.  Porque Dios cuida de que la historia y la profecía converjan, de manera que los verdaderos creyentes hijos de Dios nunca sean avergonzados.

Evidencia: Sal. 22:5; Is. 45:17-19; 1 P. 2:6; Ap. 17:17; Hch. 3:18.

Principio XIV

El principio más importante de todos es que necesitáis fe.  Debe ser una fe que exija sacrificio, y, si es probada, entregará el objeto más apreciado en la tierra, el mundo y todos sus deseos, carácter, vida, ocupación, amigos, hogar, comodidades y honores mundanos.  Si cualquiera de estas cosas impidiera nuestra aceptación de cualquier parte de la palabra de Dios, mostrará que nuestra fe es vana.  Nunca podemos creer por mucho tiempo mientras que uno de estos motivos permanezca latente en nuestros corazones.  Debemos creer que Dios nunca abandonará su palabra.  Y podemos tener confianza en que aquél que tiene cuidado del gorrión, y tiene contados los cabellos de nuestra cabeza, cuidará de la traducción de su propia palabra, y colocará una barrera alrededor de ella, e impedirá que aquellos que sinceramente confían en Dios, y colocan una confianza implícita en su palabra, yerren lejos de la verdad, a pesar de que no entiendan hebreo o griego.

Estos son algunos de los principios más importantes que veo que la palabra de Dios me autoriza a adoptar y seguir, a fin de tener sistematicidad y regularidad.  Y si no soy severamente engañado, al hacer así, he descubierto que la Biblia, como un todo, es el libro más simple, claro e inteligible jamás escrito, llevando consigo las evidencias de su origen divino y llena de todo el conocimiento que nuestros corazones puedan desear tener o disfrutar.  He visto en ella un tesoro que el mundo no puede comprar.  Proporciona una calma apacible al creer, y una esperanza firme en el futuro.  Sostiene la mente en la adversidad, y nos enseña a ser humildes en la prosperidad.  Nos prepara para amar y hacer el bien a otros, y a reconocer el valor del alma.  Nos hace osados y valientes por la verdad, y le da poder al brazo para oponerse al error.  Nos proporciona una poderosa arma para vencer la infidelidad, y da a conocer el único antídoto para el pecado.  Nos instruye acerca de cómo la muerte será conquistada, y cómo los lazos del sepulcro serán rotos.  Nos habla de eventos futuros, y muestra la preparación necesaria para hacerles frente.  Nos da la oportunidad de sostener una conversación con el Rey de reyes, y revela el mejor código de leyes jamás promulgado.

Este no es sino una pálida vislumbre de su valor; sin embargo, cuántas almas moribundas la tratan con negligencia, o, lo que es igual de malo, la tratan como un misterio oculto que no puede ser conocido.  ¡Oh, querido lector, haz de ella tu principal estudio!  Pruébala bien, y descubrirás que es todo lo que he dicho.  Como la Reina de Saba, dirás que no se te dijo ni la mitad.

La religión que se enseña en nuestras escuelas siempre está fundada en algún credo sectario.  Se puede tomar una mente en blanco e impresionarla con este tipo, pero siempre terminará en fanatismo.  Una mente libre nunca estará satisfecha con las opiniones de otros.  Si yo fuese maestro de religión, primero conocería su capacidad y mente.  Si fuesen buenas, los haría estudiar la Biblia por sí mismos, y los dejaría en libertad para que le hicieran bien al mundo.  Pero si no tuviesen mente, estamparía en ellos la mente de otro, les escribiría fanático en la frente y los enviaría como esclavos!


APOYO DEL TESTIMONIO DE JESÚS

En la fecha misma que había sido especificada, Turquía aceptó, por medio de sus embajadores, la protección de las potencias aliadas de Europa, y se puso así bajo la tutela de las naciones cristianas. El acontecimiento cumplió exactamente la predicción. Cuando esto se llegó a saber, multitudes se convencieron de que los principios de interpretación profética adoptados por Miller y sus compañeros eran correctos, con lo que recibió un impulso maravilloso el movimiento adventista. Hombres de saber y de posición social se adhirieron a Miller para divulgar sus ideas, y de 1840 a 1844 la obra se extendió rápidamente. CS 334.3 (https://m.egwwritings.org/es/book/1710.1514#1597)


(MILLER’S WORKS Volumen 1. VIEWS OF THE PROPHECIES AND PROPHETIC CHRONOLOGY, SELECTED FROM MANUSCRIPTS OF WILLIAM MILLER; WITH A MEMOIR OF HIS LIFE. EDITED BY  JOSHUA V. HIMES.  VOLUME I.1842,pags.20-24.)

También aparecen en:

(SKETCHES OF THE CHRISTIAN LIFE AND PUBLIC LABORSOF WILLIAM MILLER, pags.48-51).

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