Vivimos tiempos solemnes. En la tierra se cumplen las señales proféticas en Europa, en América, en Medio Oriente, en el mundo religioso, en la naturaleza. Todo señala que el fin del mundo está cerca y la segunda venida de Cristo es inminente en esta generación. Pero sabemos que antes de la 2da venida debe haber un juicio de los creyentes, donde se determine quien es digno de la vida eterna.

Todo esto nos muestra que en el cielo pronto llegará el juicio a los vivos. Según Daniel 7, 8 y 9, el juicio de los muertos comenzó en 1844. El juicio va por partes, primero se juzgan a los justos muertos, y luego a los justos vivos. Se hace por generación. Pronto será juzgada la generación de los que viven en la tierra.

Jesús dijo que todos íbamos a afrontar el juicio, y daríamos cuenta de nuestros hechos:

S. Mateo 12:36-37: «Mas yo os digo, que toda palabra ociosa que hablaren los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.»

Solo habrán dos sentencias posibles: justificados o condenados.

Justificado quiere decir que fuiste hallado justo e inocente de los cargos.

Condenado quiere decir que fuiste hallado injusto y culpable de los cargos.

Luego de esta sentencia viene Jesús a dar su recompensa a cada uno según sea su obra (Apocalipsis 22.12).

¿Sobré que base se juzga y se determina si alguien está justificado o condenado?

Según el versículo leído (Mateo 12.36-37), dice que según las palabras.

Apo 20:12 Y vi los muertos, grandes y pequeños, que estaban delante de Dios; y los libros fueron abiertos: y otro libro fue abierto, el cual es de la vida: y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.

Y según el versículo anterior dice que según las obras registradas en los libros.

Así que se evalúan nuestras obras y nuestras palabras de toda una vida entera. Y en base a ello se declara si seremos justificados o condenados.

¿Pero qué determina si mis obras me justifican y me condenan? ¿Qué es lo que hace que mis obras sean justas o injustas?

Stg 2:12 Así hablad, y así obrad, como los que habéis de ser juzgados por la ley de libertad.

Entonces, es claro que nuestras obras y palabras son comparadas con la ley de la libertad. Esa ley determina si una obra es justa o injusta. Es en este contexto que Pablo dice:

Rom 2:12 Porque todos los que sin ley pecaron, sin ley también perecerán; y todos los que en la ley pecaron, por la ley serán juzgados:

Rom 2:13 Porque no los oidores de la ley son justos para con Dios, mas los hacedores de la ley serán justificados.

No seremos declarados justos en el juicio solo por oír la ley en el culto o el YouTube. No. Solo si hacemos la ley, solo si nuestras obras están en armonía con la ley.

Y surge ahora la pregunta: ¿Por cuál ley seremos juzgados? ¿Cuál ley debemos cumplir o hacer?

Algunos podrían decir que la ley que debemos cumplir es la ley de mi país. O quizás otro dirá que es la torah. O la ley de Moisés. O la ley de ordenanzas, estatutos, decretos y ritos.

Veamos el contexto. Para entender correctamente un texto hay que ver su contexto, los versículos antes o después del texto citado.

En este caso:

Stg 2:10 Porque cualquiera que hubiere guardado toda la ley, y ofendiere en un punto, es hecho culpado de todos.

Stg 2:11 Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también ha dicho: No matarás. Ahora bien, si no hubieres cometido adulterio, pero hubieres matado, ya eres hecho transgresor de la ley.

Stg 2:12 Así hablad, y así obrad, como los que habéis de ser juzgados por la ley de libertad.

Bueno, es claro que está hablando de la ley de los diez mandamientos de Exodo 20. Es la ley que dice “no cometerás adulterio” y “no matarás”.

Esta fue proclamada por el mismo Dios en el Sinaí (Exodo 20.1).

Luego fue escrita por Dios mismo, su propio dedo en tablas de piedra (Exodo 31.18). De este versículo sabemos que también se le llama: las tablas del testimonio.

Resaltemos que fue lo único en toda la Biblia que ha sido dicho, y escrito por el mismo Dios sin intermediario (Deuteronomio 5.22).

Luego estas dos tablas de piedra fueron colocadas dentro del arca del testamento en el lugar Santísimo del santuario terrenal:

Éxo 25:8 Y hacerme han un santuario, y yo habitaré entre ellos.

Éxo 25:9 Conforme á todo lo que yo te mostrare, el diseño del tabernáculo, y el diseño de todos sus vasos, así lo haréis.

Éxo 25:10 Harán también un arca de madera de Sittim, cuya longitud será de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio, y su altura de codo y medio.

Éxo 25:16 Y pondrás en el arca el testimonio que yo te daré.

Éxo 25:21 Y pondrás la cubierta encima del arca, y en el arca pondrás el testimonio que yo te daré.

Éxo 25:22 Y de allí me declararé á ti, y hablaré contigo de sobre la cubierta, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandaré para los hijos de Israel.

¿No seremos juzgados también por la ley de Moisés, la torah, la ley de ordenanzas y estatutos y leyes, la ley ritual? ¿No son estas leyes parte de la ley de Dios?

Decimos que no, y por el simple hecho de que fueron escritas en diferente lugar, por diferentes personas y colocados en lugares distintos.

Ya vimos que la ley De Dios fue proclamada por Dios (Deut 4.12-13), escrita por el mismo Dios (Exo 24.12; 31.18), en tablas de piedra y colocadas dentro del arca del pacto (Exodo 40.20; 1 Reyes 8.9; Heb 9.4).

¿Y la torah?

Fue escrita por Moisés, en un libro (2 Crónicas 35.12); y colocadas al lado del arca (Deut 31.24-26).

No debemos confundir

No debemos confundir estas dos leyes. Una es por la que seremos juzgados y la otra no.

Esta diferencia entre las dos leyes muestra la superioridad y continuidad de una en relación con la otra.

La ley De Dios dentro del arca es eterna.

La ley escrita por Moisés no.

¿Por qué? Veamoslo:

Col 2:14 Rayendo la cédula de los ritos que nos era contraria, que era contra nosotros, quitándola de en medio y enclavándola en la cruz;

Col 2:15 Y despojando los principados y las potestades, sacólos á la vergüenza en público, triunfando de ellos en sí mismo.

Col 2:16 Por tanto, nadie os juzgue en comida, ó en bebida, ó en parte de día de fiesta, ó de nueva luna, ó de sábados:

Col 2:17 Lo cual es la sombra de lo por venir; mas el cuerpo es de Cristo.

Está hablando de un documento o ley que fue clavada en la cruz.

Es la ley ritual.

Un documento que se puede romper, es algo que fue escrito en un libro por manos humanas.

Y el versículo 16 dice que “por tanto”. Es decir, como conclusión de lo dicho antes.

Y como conclusión de lo dicho en el verso 14, se dice que nadie nos puede juzgar.

O sea, esa ley de Moisés no es para juzgar, no se usa para juzgar, no seremos juzgados por ella.

Menciona comidas y bebidas rituales, días de fiestas rituales, lunas nuevas rituales y “sábados” rituales.

Se confirma que todo es ritual y de la ley ceremonial, porque en el 17 dice: “lo cual es sombra”. O sea, esas comidas, bebidas, etc; son rituales y son sombra. Esos días de fiesta y lunas nuevas son sombra. Esos sábados mencionados son sombra. Y todo eso fue clavado en la cruz.

Todo lo que no fue escrito en piedra, quedó establecido para luego ser clavado en la cruz.

Evitemos la confusión y la distracción

Debemos prepararnos para el juicio a los vivos.

Y esa preparación consiste en guardar los mandamientos de Dios por la fe de Jesús:

Apo 12:17 Entonces el dragón fué airado contra la mujer; y se fué á hacer guerra contra los otros de la simiente de ella, los cuales guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo .

Apo 14:12 Aquí está la paciencia de los santos; aquí están los que guardan los mandamientos de Dios, y la fe de Jesús.

En ambos pasajes se nos muestra que el pueblo remanente de Dios “guarda los mandamientos De Dios”. Y lo guarda por la fe de Jesús y es confirmado por el testimonio de Jesús.

El diablo quiere que no nos preparemos y por eso tiene dos errores preparados:

Uno es que los mandamientos De Dios están abolidos.

Y el otro es recargar los mandamientos De Dios con tradiciones, mandamientos de hombres, o con leyes abolidas y leyes culturales del Israel carnal que desanime la obediencia a Dios.

Te exhorto a que reafirmes tu fe en los mandamientos De Dios, lo que él escribió con su dedo, los que colocó dentro del arca del pacto, los que son eternos y por los que seremos juzgados.

Que Dios te bendiga

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