Pregunta: ¿Dios es una persona o no? ¿Qué lo hace un ser personal? ¿Cómo se dice que es Omnipresente?

Los pioneros resumieron su creencia en Dios y en su Hijo así:

Que hay un solo Dios, personal, ser espiritual, el Creador de todas las cosas, omnipotente, omnisciente y eterno; infinito en sabiduría, santidad, justicia, bondad, verdad y misericordia; inmutable y presente en todas partes por su representante, el Espíritu Santo. Sal. 139:7.

O sea, que Dios es Espíritu, pero también es una persona.

La Biblia nos habla de la personalidad De Dios y de su Hijo

Vea cómo lo dice la inspiración:

Génesis 1:26: “Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza…”.

De lo anterior se deduce que Dios tiene imagen y tiene semejanza. Y eso es lo que muestra que es una persona y no una influencia.

Dios es espíritu, y no obstante es un ser personal, pues el hombre fue hecho a su imagen. Como ser personal, Dios se ha revelado en su Hijo. ED 118.1; Ed. 131.6

Según Jesús nos testifica, persona o ser personal implica imagen y semejanza (forma) que es la sede de la parte espiritual (razón, voluntad, conciencia de sí, etc). El hombre fue hecho a imagen y semejanza De Dios. Y luego, en el capítulo siguiente nos dice que el hombre fue hecho (formado, moldeado) del barro y luego se sopló aliento de vida. Así es que llegó a ser el hombre un “ser o alma viviente”.

La Biblia dice que Dios tiene manos, espalda y rostro (Éxodo 33:21-23). También tiene pies (Éxodo 24:10). Dice que Dios tiene forma o apariencia (Números 12:8). A Daniel se le mostró que Dios tiene forma humana, con cabello, y se sienta (Daniel 7:9-13). Por eso Pablo dijo que Jesús es la imagen de la persona del Padre (Hebreos 1:3). Ya Jesús dijo que su Padre tenía forma (Juan 5:37).

Algunos se confunden porque Jesús dijo que Dios es espíritu (Juan 4:24) y por eso piensan que no tiene forma ni partes. Pero los ángeles también son espíritus (Salmo 104:4) y, sin embargo, son seres personales.

Por ejemplo, la iglesia metodista cree esto de la personalidad De Dios:

Los 25 artículos de la “Confesión de Fe” de la Iglesia Evangélica Metodista son la traducción y adecuación a nuestros tiempos de los Artículos de Religión de la Iglesia Metodista Unida, que surgieron del texto original redactado por el mismo Juan Wesley, fundador del metodismo, escrito en el año 1784 bajo el nombre de “El Servicio Dominical de los Metodistas”… Artículo 1: De la fe en la Santísima Trinidad Hay un solo Dios vivo y verdadero, eterno, sin cuerpo ni partes, de infinito poder, sabiduría y bondad; creador y conservador de todas las cosas, así visibles como invisibles. En la unidad de esta Deidad hay tres personas, de una misma sustancia, poder y eternidad – el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (https://es.scribd.com/document/556047518/Confesion-de-Fe-Metodista-1784-Con-Actualizaciones).

En sus primeras visiones, E. G. White, habiendo venido de los metodistas, tenía esta duda. Por eso preguntó a Jesús lo siguiente:

Vi un trono, y sobre él se sentaban el Padre y el Hijo. Me fijé en el rostro de Jesús y admiré su hermosa persona. No pude contemplar la persona del Padre, pues le cubría una nube de gloriosa luz. Pregunté a Jesús si su Padre tenía forma como Él. Dijo que la tenía, pero que yo no podía contemplarla, porque dijo: “Si llegases a contemplar la gloria de su persona, dejarías de existir.” (Primeros Escritos, pág. 54, El fin de los 2300 días.)

Así vemos como Jesús respondió a EGW del error de los metodistas y que la creencia en la Trinidad niega la personalidad De Dios.

La Omnipresencia De Dios

Otra duda que surge es cuando dice que Dios está en todas partes, que es omnipresente (Salmo 139:1-8). Pero Dios no está en todas partes personalmente, sino por medio de su omnisciencia y por medio de su Espíritu Santo:

Salmo 139:1-2: “Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos.”

Salmo 139:7-8: “¿Adónde me iré de tu Espíritu? ¿Y adónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el abismo hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.”

Jesús nos enseñó claramente que Dios está en el cielo (Mateo 6:9; Lucas 11:2). Veamos como lo explica la inspiración:

La grandeza de Dios no es incomprensible. “Jehová tiene en el cielo su trono” 13; sin embargo, es omnipresente mediante su Espíritu. Tiene un íntimo conocimiento de todas las obras de su mano y un interés personal en ellas. ED 118.3

La Biblia nos muestra a Dios en su alto y santo puesto, no en estado de inacción, no en el silencio y la soledad, sino rodeado de millares de millares y millones de millones de seres santos, siempre a la espera de sus órdenes. Por medio de estos mensajeros permanece Dios en comunicación activa con todas las partes de su dominio. Por medio de su Espíritu está presente en todas partes. Mediante su Espíritu y sus ángeles atiende y cuida a los hijos de los hombres. MC 325.1

Ya vimos que los pioneros pensaban claramente que la omnipresencia De Dios es su espíritu santo. Que personalmente (en cuerpo) está en el cielo, pero se hace presente en espíritu.

Pero, ¿qué dicen los panteístas acerca de la personalidad y omnipresencia de Dios?

Según la cita que veremos a continuación, el panteísmo presenta un Dios impersonal (sin cuerpo ni partes) difundido a través de la naturaleza.

Conceptos espiritistas sobre Dios y su Hijo poco después de 1844:

“Una religión de este tipo que aprendí a temer en mi primera experiencia en la causa de la verdad presente. En ese momento, antes de cumplir los diecisiete años, se me pidió que advirtiera a aquellos que apreciaban ideas fantasiosas y que declarara que sus extraños movimientos eran inspirados por Dios. En Nueva Hampshire había quienes estaban empeñados activamente en diseminar ideas falsas concernientes a Dios. Se me dio luz según la cual esos hombres estaban anulando el efecto de la verdad por medio de sus ideas, algunas de las cuales llevaban al amor libre. Se me mostró que esos hombres estaban seduciendo a las almas al presentarles ideas especulativas concernientes a Dios… Este es sólo uno de los pasos en que se me pidió que reprochara a los que estaban presentando la doctrina de un dios impersonal difundido a través de la naturaleza… Las teorías panteístas no son sostenidas por la Palabra de Dios. La luz de su verdad muestra que estas teorías son agencias que destruyen el alma. La oscuridad es su elemento, la sensualidad su esfera. Ellas gratifican el corazón natural y le dan libertad a las inclinaciones. La separación de Dios es el resultado de aceptarlos.” —The Review and Herald, 21 de enero de 1904.

Después de 1844 tuvimos que hacer frente a toda especie de fanatismos. Me fueron dados testimonios de censura contra algunas personas entregadas a las teorías espiritualistas predominantes.
Había personas que trabajaban activamente en esparcir falsas ideas acerca de Dios. Me fue mostrado que por sus enseñanzas erróneas quitaban su eficacia a la verdad. Me fue mostrado que inducían las almas al error, presentándoles teorías especulativas acerca de Dios.
Me trasladé hasta el lugar donde estaban y les mostré abiertamente cuál era la naturaleza de su obra. El Señor me dio fuerzas para exponerles con claridad el peligro que las amenazaba. Entre otras ideas, sostenían que los que una vez habían sido santificados no podían pecar jamás. Su enseñanza errónea hacía un gran daño, primeramente a ellos y luego a los demás. Estaban adquiriendo poder espiritual sobre los que no podían ver el error de estas teorías tan hermosamente ataviadas. La doctrina según la cual todos eran santos los había llevado a creer que los afectos de los santificados no podían extraviarlos. El resultado de esta tendencia era la satisfacción de los malos deseos de los corazones que aseveraban ser santificados, pero que en sus pensamientos y hechos distaban mucho de ser puros.
Las enseñanzas impías van seguidas por la práctica del pecado. Son el cebo del cual se vale el padre de la mentira para seducir y tiene por resultado la impenitencia en una impureza que se comete creyéndola justificada.
Este es sólo uno de los casos en que fui llamada a reprender a aquellos que sostenían la doctrina de un Dios impersonal inmanente en toda la naturaleza, así como otros errores parecidos. . 8TPI 307.4-8TPI 308.3

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